Congreso. El grupo de Trabajo Proinversión y Generación del Empleo realizó un segundo foro para evaluar la pertinencia de una ley que regule las fusiones y adquisiciones empresariales

¿Se ha preguntado usted por qué el precio de la leche evaporada que consume en el desayuno sube? La respuesta es sencilla.

 

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Los principales productores lecheros solo tienen un comprador, el mismo que decide el precio al que les compra su leche y, a su vez, determina –a su antojo– el precio en el que vende el producto a las familias.

Así lo reconoció el pasado 2 de noviembre del 2016 el ministro de Agricultura y Riego, José Manuel Hernández, en entrevista con La República.

Este monopolio de la leche y sus efectos perjudiciales para los consumidores se repite en diversos sectores económicos.

El congresista del Apra, Jorge del Castillo, que coordina este grupo de trabajo, explicó que en esta oportunidad se invitó a diversos representantes del sector público para que emitan opinión al respecto.

El primer funcionario en tomar la palabra fue Ivo Gagliuffi, presidente del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), quien recordó que una de las principales discrepancias es que algunos apoyan que la regulación sea ex ante, para prevenir cualquier abuso de poder de dominio, y otros ex post, para sancionar si los abusos suceden.

Añadió que otro argumento de quienes se oponen es que en los países que cuentan con esta regulación solo se deniegan entre el 1% y el 3% de los procesos.

No obstante, Gagliuffi dijo que si el Congreso decide aprobar esta regulación asumirán el reto, para lo cual sostuvo que requerirán un presupuesto de entre S/ 5 millones y S/ 6 millones.

De concretarse la norma, recomendó que los umbrales sean cuantitativos y no cualitativos (como propone el congresista Lescano quien indica que se debe regular todas las fusiones que concentren el 51% o más de un mercado).

 

Hablan los ministros

 

En la mesa participó el ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne, quien mostró abiertamente su discrepancia con esta regulación.

“¿Es necesario un control de fusiones para entrar a la OCDE?. La respuesta es no. Luxemburgo está en la OCDE y no tiene control de fusiones, tiene control de conductas”, señaló.

Según Thorne, el tema de las fusiones tiene una parte negativa que es el hecho de que las empresas se hacen más grandes y terminan teniendo control de dominio excesivo, pero hay un punto bueno, y es que los costos medios de las empresas empiezan a bajar y eso permite que bajen sus precios.

“En una economía en la que la gran mayoría son pequeñas (empresas), el tema más importante no son las fusiones de las grandes empresas, porque tenemos muy pocas, pero tenemos muchas pequeñas empresas que no crecen y las fusiones permiten que las pequeñas empresas se conviertan en medianas, con mayor capacidad de reducir sus costos y por tanto, producir a costos más bajos, más eficientes y eso beneficia directamente al consumidor”, explicó.

El titular del MEF precisó que hay ciertos prerrequisitos para hacer un control de fusiones.

“Primero hay que desarrollar una capacidad institucional que no es fácil; segundo, necesitamos información económica; tercero, el diseño es crítico, quién es el que hará el control de fusiones, esto puede implicar cambios en las reglas de juego y si este fuera el camino, se propone una aplicación progresiva, porque podría parecer que no se está estimulando la competencia sino penalizando a la gran empresa”, advirtió.

En su opinión, hay que ir por otras rutas, hay que generar mayor competencia en este país y eliminar las barreras burocráticas.

“A mí me gustaría avanzar mucho más en una ley de competencias que nos fortalezca para mejorar en la calidad de innovación, de instituciones y procesos”, afirmó.

En esa misma línea se manifestaron los ministros de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y Producción, quienes tampoco respaldaron que se promueva una regulación a las fusiones empresariales.

 

Acuerdos comerciales

 

Eduardo Ferreyros, titular del Mincetur, precisó que ningún acuerdo de libre comercio que tiene firmado el Perú obliga a que se incluya este tipo de regulación. No obstante, recordó que los tratados bilaterales sí promueven la libre competencia, y la legislación peruana lo cumple.

A su turno, Bruno Giuffra, del Produce, comentó que una regulación a las fusiones y concentraciones empresariales “va en contra del Estado simplificado que estamos buscando”. “Los casos de dominio sin abuso sobran, sobre todo en el mundo tecnológico en el que vivimos”, añadió el ministro.

 

Control en energía

 

El viceministro de Energía del Ministerio de Energía y Minas (MEM), Raúl Pérez Reyes, sí se mostró a favor de la regulación.

Recordó que en su sector ya existe regulación de las concentraciones en la actividad eléctrica, pero sugirió que el control se extienda a todas las concentraciones que sucedan en el sector energético.

Explicó que las principales barreras de ingreso a nuevos competidores en este sector no son burocráticas, sino más bien tecnológicas y de infraestructura, por lo que sí se necesitaría un control.

“Si las empresas envasadoras se fusionan podrían determinar alzas de precios indiscriminadas en el GLP y eso afectaría a los consumidores”, advirtió.

El viceministro de Energía se mostró a favor de que sea el Indecopi el encargado de realizar el proceso de evaluación a las empresas que apuntan a fusionarse.

“Catorce sueldos al año para los integrantes de esta comisión son nada respecto a los grandes perjuicios que pueden ocasionar a los consumidores”, enfatizó.

Así también manifestó que lo ideal es que los miembros de este tribunal sean profesionales a tiempo completo, para que guarden la independencia debida en todos los procesos que deberán ejecutar.

 

Los reguladores

Gonzalo Ruiz Díaz, presidente del Osiptel, fue otro de los que se mostraron a favor de regular las fusiones empresariales y el fomento de la competencia en el sector telecomunicaciones.

“La portabilidad es un mecanismo muy potente de competencia”, recordó.

“La opinión del Osiptel involucra típicamente un análisis de competencia, en el cual se considera el impacto que tendrá la operación sobre la concentración del mercado, los posibles riesgos para la competencia y el posible impacto en el bienestar de los consumidores”, comentó.

No obstante, el funcionario consideró que el organismo regulador debe mantener sus facultades en materia de competencia en el sector telecomunicaciones.

“Sería contraproducente que el control de fusiones en el sector telecomunicaciones pase al Indecopi”, opinó.

En caso de que el Congreso decida una norma para regular las fusiones empresariales, el Osiptel podría evaluar las adquisiciones de empresas del sector que no tocan el espectro, facultad que hoy no cuentan.

“Tenemos que reconocer que el mercado (de telecomunicaciones) es aún concentrado, pero la tendencia es decreciente”, anotó.

 

La República