Foto: Internet

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He llevado varios talleres de liderazgo y salgo energizado para aplicar lo aprendido, pero siempre resulta difícil. ¿Cómo hacer para llevar la teoría a la práctica y ejercitar el liderazgo y la toma de decisiones en el día a día?

Lo que sucede es que la teoría sirve como un marco conceptual, pero la mejor manera de aprender es haciendo, reflexionando sobre lo hecho y afinando.  Es un proceso continuo que no tiene receta precisa porque cada persona es diferente y aprende de manera diferente. Tienes que buscar lo que mejor funciona para ti.

Pero quizá lo más importante para lograrlo, es tener un interés genuino en cambiar, en convertirte en un mejor líder.  Esto implica hacer un esfuerzo, enfocarte en la tarea, dejar algunas conductas, aprender otras, cambiar algunos paradigmas y creencias.  Es decir, salir de tu zona de confort.

Cambiar nuestras costumbres y hábitos en el trabajo, para adquirir nuevas, no es siempre fácil.   No basta con “querer”.  Hay que “querer hacer el esfuerzo” para cambiar.  Aquí van algunas sugerencias que te pueden encaminar.

Enfócate. Pregúntate cuál es la competencia de liderazgo que quisieras perfeccionar y enfócate en una. Puede ser la toma de decisiones, el trazar una visión, o la delegación, entre otras.

Foto mental. Una vez definido el foco, i.e., toma de decisiones, dibuja una imagen visual de tu objetivo y cómo quisieras verte, o que te vean, cuando lo hayas logrado.

De esta manera, tendrás una foto mental de lo que estás buscando. Esto es crítico por varios motivos y porque “quien no sabe hacia dónde va, difícilmente llegará”.  Apunta esta visión para que no la olvides y tenla siempre a la mano para remitirte a ella y mantenerte motivado.

Infórmate. Pregúntate si conoces los pasos recomendados para la toma de decisiones.  Puedes tomar un curso, contratar a uncoach para que te acompañe en el proceso, inspirarte en lecturas,  pensar en un benchmark o en un modelo para la toma de decisiones, entre otros.

Practica. Los retos o proyectos desafiantes son una magnífica oportunidad para llevar la teoría a la práctica si te lo propones. Identifica las oportunidades donde crees que puedas ejercer la toma de decisiones y propícialas.  Conversa con tu jefe sobre tu interés en mejorar la competencia que hayas escogido y pídele que te apoye dándote mayores oportunidades para ejercerla.  De lo contrario, ofrécete para liderar proyectos (no solo en el trabajo) que nadie quiera realizar y aprovecha para aplicar la competencia deseada.

Establece una rutina.  Cambiar no es fácil. Según Tal Ben-Shahar, el gurú de la psicología positiva y profesor de Harvard, la clave para lograr cambios es convertir los comportamientos en rutina. Planea tus reuniones o intervenciones para asegurarte que practícas esta competencia, de manera consciente y constante.

Apóyate en otros. Compromete a un jefe o colega a quien aprecies y consideras es bueno tomando decisiones para que sirva de observador en tus intervenciones y pueda darte feedback inmediato.  Contrata a un coach si sientes que necesitas el apoyo.

Persiste hasta que sientas que lo estás haciendo bien y puedas validar que es así, efectivamente, a través del feedback o la retroalimentación u otro mecanismo.  No te desesperes, los cambios se dan progresivamente, a través de prueba y error.  Revisa tus avances, afina, y celebra tus logros.