cobre

Los progresos científicos, la búsqueda de una mejor calidad de vida, la creciente relevancia de temas ligados a la preservación del medio ambiente, plantean nuevos desafíos para la industria del cobre, señaló la Asociación Internacional del Cobre (ICA, por sus siglas en inglés).

“En la línea medioambiental, el rol que el cobre ha jugado en nuestra historia, el que tiene en nuestro presente y el que jugará en el futuro, nos lleva a mirar el avance tecnológico con sumo interés”, enfatizó.

Manifestó que las propiedades del cobre hacen que sea el material ideal para trabajar en el desarrollo de tres áreas fundamentales para la vida humana: energía sustentable; tecnología; salud y medio ambiente.

“Es así donde una de las más importantes cualidades del cobre se hace fundamental para dar rienda suelta a sus múltiples usos y aplicaciones. El cobre es 100% reciclable”, subrayó.

La también denominada Alianza del Cobre indicó que el cobre tiene la capacidad de ser reciclado y reutilizado una y otra vez sin perder sus propiedades, y para ello se necesita menos energía (85%) que para la producción primaria o la extracción de dicho mineral.

Asimismo, mencionó que el reciclaje del cobre permite ahorrar hasta 40 millones de toneladas de CO2 y 100 millones de megavatios por hora (Mw/h) de energía eléctrica al año.

“A medida que temas mundiales, como la energía, el cambio climático y la salud se vuelven más urgentes, el cobre juega un papel importante en casi todas las industrias. El reciclaje de este metal es una excelente forma ecológicamente eficiente de volver a introducir un material valioso a la economía”, dijo la agrupación.

Sin embargo, precisó que la eficacia del sistema de reciclado depende de factores tecnológicos como el diseño de los productos, económicos como el precio del cobre y sociales como concientizar a la población acerca del desarrollo sostenible.

“Otro factor clave es la legislación. Actualmente existen más de 140 leyes, regulaciones, directivas y guías internacionales que tratan de favorecer la gestión responsable del final del ciclo de vida de los productos que contienen cobre, como por ejemplo, electrodomésticos, teléfonos y vehículos”, anotó.

RPP