PARO-MADRE-DE-DIOS

El paro regional indefinido en Madre de Dios comienza a causar estragos en la población y en el sector empresarial. Ayer se cumplieron cuatro días de protestas por el control de insumos para la minería ilegal, dispuesto por el Gobierno a través de decretos supremos y legislativos.

Diversas familias expusieron su malestar ante la prensa, debido a que ya no cuentan con productos básicos; y en otros casos deben pagar más de lo normal. El kilo de pollo, por ejemplo, es vendido –discretamente en ciertas bodegas– a S/.15.

Carlo Aguilar Pérez, administrador de la agencia Explorer Inn, estimó que cada día se cancelan 50 paquetes turísticos debido al paro. Estimó que las pérdidas en este sector superan los US$550.000 diarios.

“El traslado de turistas es complicado y riesgoso. No hay los suficientes policías para garantizar su seguridad”, expresó.

Ayer, en Puerto Maldonado, la capital regional, las protestas se radicalizaron. Los manifestantes se apostaron en la Plaza de Armas para reafirmar que no cederán hasta que el Ejecutivo y el Congreso dejen sin efecto las normas que ellos consideran perjudiciales para las diversas actividades económicas de la región, entre ellas la industria forestal, la siembra de castaña y la minería.

Buscan respaldo
Mientras que cientos de manifestantes tienen el control de las vías de casi toda la región, entre ellas la Interoceánica, en Lima una comitiva de la Alianza de Federaciones de Madre de Dios –promotora del paro indefinido– se reunió ayer con congresistas de diversas bancadas para buscar derogar los decretos legislativos 1100, que regula la interdicción de la minería ilegal; 1220, que determina medidas contra la tala ilegal; y 1237, que eleva las sanciones por delitos forestales.

“El Gobierno está considerando ilícitas todas nuestras actividades, y contra eso estamos luchando. Las restricciones que han impuesto, como las cuotas de combustible, afectan a toda la población. Deben saber que nosotros también nos oponemos a la minería ilegal”, expresó.

El ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, consideró que el paro busca favorecer a los mineros que pretenden extraer oro en la reserva Tambopata y en el parque Bahuaja Sonene.

El Comercio