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Eleodoro Mayorga reitera su propuesta de que es indispensable eliminar los estudios de impacto ambiental (EIA) para las actividades sísmicas en la exploración petrolera, con el fin de agilizar las inversiones, pero reconoce que la palabra final la tiene el Ministerio del Ambiente, como ente rector de las políticas ambientales.
¿Habrá algún cambio o diferencia en su gestión con respecto a la realizada por su antecesor Jorge Merino?
Las grandes políticas y los grandes proyectos deben concluirse. En eso no hay vuelta atrás. Pero si hay algunas cosas que me gustaría hacer mejor, en el sentido de darnos un plan de energía o desarrollar políticas de resolución de conflictos más efectivas.
¿En estos grandes proyectos está el gasoducto del sur?
Así es. La fecha de 30 de junio (para la concesión de la obra) la vamos a respetar y estamos haciendo todo el esfuerzo para que el concurso sea más conveniente al interés nacional y más competitivo para que participen diferentes empresas, y el proyecto arranque cuanto antes.
¿Con la inclusión de un poliducto para transportar líquidos?
Siempre se habló de la opción de un poliducto, lo que hemos hecho es estructurarlo mejor, cambiando la línea, somos concientes de que necesitamos transportar el etano para la petroquímica y el hacerlo con un poliducto, en el cual se transporten los líquidos que generan la producción del gas va a facilitar y asegurar el abastecimiento para la industria petroquímica. No estamos cambiando nada en las bases, sino que estamos agregando de manera explícita la opción para que los productores, en un momento dado dentro de los plazos del contrato, soliciten la construcción a su riesgo de este poliducto.
¿Cómo revertir la caída de la producción nacional de petróleo (60 mil barriles diarios)?
Mire, en petróleo si no hay exploración en hidrocarburos se van a tener pocos proyectos y no vamos a compensar lo que es la declinación natural en la producción de los campos de petróleo. Y creo que uno de los problemas para que no haya una buena actividad exploratoria es que existe un reglamento ambiental que obliga a hacer estudios de impacto para todo, a pesar de tener zonas diferentes y normas de la industria establecidas, que siempre deben respetarse. El estudio de impacto sirve para identificar si en esta región tal tipo de actividad puede hacerse, pero acá tenemos una norma que obliga a todas las actividades petroleras a que tengan estudios de impacto ambiental, pero los que estamos en la industria sabemos que hay muchas cosas que no necesitan dichos estudios. En Colombia la sísmica no requiere de un estudio de impacto ambiental.
Pero se presenta una declaración jurada con garantía…
Con garantía de cumplir con la normativa, pero si la infringe es tema de penalidad y hasta puede perder su contrato. No necesariamente es una garantía pecuniaria, es cuestión de hacer respetar las normas.
¿Su propuesta de exonerar de estudio de impacto ambiental a la sísmica de exploraciones petroleras no fue bien recibida?
Lamentablemente sí, fue una cuestión de formas, pero en el fondo estamos convencidos de que esto es importante.
¿Para usted esto no significa una flexibilización a la legislación ambiental peruana?
El que decide estas cosas finalmente es el Ministerio del Ambiente, son ellos los responsables, dentro del ordenamiento del Estado, de tomar estas decisiones. Nosotros como sector vemos que la exploración está paralizada y que para hacerla avanzar tenemos necesariamente que modificar un reglamento con plantemientos que fueron hechos en un momento dado para proteger todo. Hoy nos damos cuenta de que hay actividades en la parte de la exploración que no tiene sentido hacerlo (estudio de impacto ambiental), que nos hace poco competitivos con otros países. En consecuencia hay que cambiar.
En cuanto a la controversia arbitral entre el Estado peruano y la empresa Interoil por los lotes III y IV, ¿se han tomado las previsiones en caso el laudo sea favorable al Perú, pues la petrolera dice que abandonaría inmediatamente los lotes?
Entendemos que el fallo va a salir antes de fin de mes y estamos preparados para uno u otro caso. Si el fallo es favorable para la empresa se procederá como se está procediendo, con la extensión de los contratos a las compañías que operan en esa zona. Y si el fallo es favorable para el Estado peruano, se verá la manera de hacer, en un tiempo razonable, un concurso público o buscar otro operador, esta es una decisión que tiene que manejar Perupetro y ellos están trabajando en este tema.
¿No hay posibilidad de que Petroperú pueda administrar estos lotes?
Petroperú por el momento tiene como responsabilidad mayor el proyecto de (modernización) de la refinería de Talara, sólo va a poder hacer actividades que no comprometan el repago de este financiamiento, y el asumir la operación de un área que requiere inversión significativa, es algo que Petroperú no cuenta con fondos propios para hacerlo. Si Petroperú toma esa área tendrá que ser asociado con alguien que haga las inversiones y que corra el riesgo para hacerlo.
¿Por qué se está retrasando el inicio de la ejecución del proyecto de la refinería de Talara?
No hay un retraso en la modernización de Talara. Hay que entender que se trata de un paquete contractual que implica la construcción de 17 unidades de proceso, de adaptaciones que tienen que ser contratadas a terceros y de la adecuación de las viejas instalaciones. Por ello, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no solo está revisando las cosas desde un nivel técnico de presupuesto, sino también legal. Estos contratos están siendo revisados en detalle por un bufete nacional y otro extranjero. Yo espero que esta labor concluya en los días que siguen. Luego, el expediente con la resolución del MEF va a la Contraloría de la República para su revisión anticipada y autorizar la firma de los contratos. Esto pasa, después, por la autorización del directorio de Petroperú y se firma el contrato. Considero que es cuestión de días o semanas para que salga. Pero, insisto, es un proceso en curso.
¿Pero cuándo se iniciará?
Con seguridad este 2014 y con muy buenas chances para antes de la mitad del año.
La República