Foto: Captura de internet

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(Bloomberg).- Petróleos Mexicanos revocó un contrato de alquiler de camionetas que era un 63% más caro que un contrato anterior y dijo que la selección de los proveedores no cumplía con las pautas de la compañía petrolera estatal de México.

El proceso de selección careció de un testigo independiente, según un documento de la compañía, conocida como Pemex. Quedan ahora anulados todos los acuerdos derivados del contrato, dijo.

La discrepancia de precios se reveló esta semana en un artículo de Bloomberg News. El contrato, adjudicado el 23 de diciembre a compañías entre las que figuraba Integra Arrenda SA, comprendía el alquiler de 2,252 camionetas de 6 cilindros modelo 2015 por un promedio de 534 pesos (US$ 30) por día y por vehículo. Un contrato de 2014 con Jet Van Rental Car SA era de 328 pesos por día por 54 vehículos similares. Los dos contratos tienen las mismas especificaciones.

“No eran las mejores condiciones para la compañía, y reiniciaremos el proceso en el marco de leyes aplicables”, dijo el martes el máximo responsable ejecutivo de Pemex, José Antonio González Anaya, cuando en una audiencia legislativa Armando Alejandro Rivera Castillejos, un miembro del opositor Partido Acción Nacional, le preguntó sobre el contrato.

Un abogado de Integra, Antonio Holguín, dijo el martes que el contrato de la compañía es más caro por varias razones, entre ellas la estimación de que se dará a los vehículos un uso más riguroso, si bien los dos documentos no establecen diferencias.

Creciente deuda.
Pemex se debate entre el derrumbe de los precios del petróleo y el fin de sus 76 años de monopolio. El subsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher, dijo en enero que México podría inyectar capital en Pemex si la compañía demuestra, entre otras cosas, que puede reducir los costos operativos. La empresa, que no ha registrado ganancias desde 2012, tiene US$ 79,000 millones en obligaciones de pensiones, un monto mayor que el de toda otra compañía de petróleo y gas del mundo, así como niveles de deuda que se estima superarán este año los US$ 100,000 millones.

La gigante petrolera “trabaja en la búsqueda de las mejores condiciones de precio y calidad para la compañía, a los efectos de hacer que nuestros procesos de exploración, producción y refinado tengan la mayor rentabilidad posible”, dijo González Anaya.

La eliminación de contratos similares debe ser una prioridad para González Anaya, si bien la tarea será difícil debido a la larga historia de ineficiencia de la compañía petrolera, dijo en un correo electrónico Duncan Wood, director del Mexico Institute del Woodrow Wilson International Center for Scholars en Washington.

“Hay una serie de intereses en juego que resultará difícil enfrentar”, dijo Wood. “Hará falta una verdadera voluntad política, no solo por parte de González Anaya, sino de las secretarías de Hacienda y de Energía”.

El presidente Enrique Peña Nieto –cuyo gobierno puso fin al monopolio petrolero de Pemex en 2014- ha presionado a la compañía para que reduzca costos. En febrero, cuando anunció que González Anaya, un economista, sería el nuevo máximo responsable ejecutivo, dijo que la compañía estaba obligada “a revisar su programa de gastos y a fortalecer sus procesos de inversión”.

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