Fuente: captura de internet

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Con reducida inversión se generaría energía eléctrica en zona de influencia, según clúster brasileño
La instalación de pequeñas plantas de producción de etanol en las zonas rurales de la selva peruana se constituiría en una alternativa interesante para la generación de empleo y energía eléctrica en las zonas de influencia, señaló hoy la brasileña Arreglo Productivo Local de Alcohol (APLA).
“Hemos conversado con autoridades del Gobierno peruano sobre el tema, pero está pendiente debido a que incorporaría la participación del sector privado”, manifestó el director ejecutivo de Arreglo Productivo Local de Alcohol (APLA), Flavio Castellar.
Impacto inclusivo
Agregó que se trata de una alternativa efectiva considerando que este tipo de plantas demanda una inversión reducida y permite elevar la calidad de vida de las personas que viven a su alrededor.
“Tiene un claro efecto de inclusión económica y social debido a su gran facilidad para generar empleo, además de mostrar un reducido impacto en gases de efecto invernadero y promover la disminución del uso del petróleo”, anotó.
En ese sentido, dijo que disponen de la tecnología necesaria para colaborar con el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP) que se implementa en el Perú.
“La prioridad es generar valor agregado que impulse la creación de puestos de trabajo y eleve la competitividad del país”, expresó a la Agencia Andina.
Capacitación y nuevas tecnologías
Por otro lado, informó que tienen alianzas con entidades educativas, como UPAO y Tecsup, para la capacitación de estudiantes en el uso y desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con la producción de azúcar, etanol y energía eléctrica a base de este insumo.
“Estamos intercambiando experiencias y luego será un intercambio de profesores”, manifestó.
Sostuvo que el objetivo es impulsar toda la cadena productiva de la industria de caña de azúcar en el mercado internacional.
Cabe mencionar que en este clúster participan 24 ingenios azucareros, un parque tecnológico, 93 investigadores, seis centros de investigación, entre otros.
Fuente: Andina