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El  Niño costero, que azotó diversas regiones del país causando pérdidas humanas y cuantiosos daños materiales, reflejó en toda su magnitud el desastre institucional que padecemos. y que nos impide enfrentar adecuadamente  situaciones de emergencia, sostuvo el director ejecutivo de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, Pablo de la Flor.

“Esa nefasta experiencia puso de relieve la precariedad de nuestras instituciones y la enorme debilidad que como Estado arrastramos”, admitió el funcionario y acotó que “tenemos una enorme debilidad para organizarnos colectivamente y dar respuesta a esos desafíos”.

Reconstrucción y colectivismo

El funcionario destacó que la Reconstrucción con Cambio es una excelente oportunidad para activarnos colectivamente y ser una ciudadanía vigilante, aprovechando de manera positiva la alta disposición mostrada por la comunidad a raíz de esa emergencia.

La fortaleza de los jóvenes

De la Flor manifestó que en medio de nuestra  precariedad institucional, tenemos una promesa interesante en la activación de  los grupos de voluntarios juveniles que marcaron la diferencia en la emergencia por El Niño costero.

“La confluencia de voluntades y disposición de los jóvenes de actuar colectivamente y extender la mano, es una fuerza que debemos aprovechar. El Niño costero y la reconstrucción nos da la oportunidad de capitalizar esa fuerza positiva y generar un ciclo virtuoso en el que involucremos a nuestros jóvenes en esta gran tarea”, indicó.

Ciclos electorales no ayudan

En otro momento,  el ejecutivo consideró que la tarea de reconstrucción es difícil, pero  que hacerlo bien se torna aún más difícil, considerando que el ciclo electoral (se vienen las elecciones regionales y municipales)  no ayuda.

“Los  alcaldes no se reeligen inaugurando obras preventivas, nadie gana una elección planteando la reconstrucción de un dique, o desocupando a pobladores que invadieron una quebrada”, explicó.

Prevenir es ahorrar

Asimismo, refirió que si en la última década se hubiesen llevado a cabo  obras de prevención adecuadas en su debido momento, los costos de reconstrucción actuales hubiesen sido drásticamente inferiores.

“Si en los últimos 10 años se hubiera invertido mil millones en prevención, ahora tendríamos un ahorro considerable frente a los 18 mil millones soles que se están destinado para la Reconstrucción con cambios”, subrayó.

Pablo de la Flor brindó dichas declaraciones al intervenir en el Foro Visiones 2017.