Ex viceministro de minas, Rómulo Mucho.

Pasamayo: Entre curvas y errores

Los lamentables sucesos recientemente acaecidos en el serpentín de Pasamayo Justifican una seria reflexión sobre el uso de una vía cuyo trazo en la zona del accidente es un corte en la ladera de un cerro, como en la mayoría de casos que se presentan en nuestra geografía.

Dicha carretera se inició en 1867 -hace 150 años- como parte del proyecto de ferrocarril Lima -Huacho. El diseño de esta presenta serias dificultades para su tránsito: curvas peligrosas, profundos acantilados al lado del mar, constante arenamiento de la vía y neblina sumamente densa. A los aspectos de diseño se suman factores que tienen que ver con la cultura de manejo por parte de los conductores. No somos un país que se caracterice por el cumplimiento estricto de las reglas de tránsito.

Ver también:  Pleno del Congreso rechazó censurar al ministro de Energía y Minas

Con la finalidad de evitar el uso del serpentín, se construyó la denominada “variante de Pasamayo”, la misma que viene siendo utilizada por el transporte ligero, dada la dificultad que experimentan los vehículos de carga pesada para transitar por sus pendientes. Cabe resaltar que por esta variante se experimenta mayor neblina que por el serpentín, de manera que no es viable la recomendación para que circule tránsito pesado.

A las dificultades del diseño de ambas vías (serpentín y variante) y a la falta de cumplimiento del reglamento por parte de los conductores –sobre todo en lo relacionado a los límites de velocidad se suma el tema de la falta de mantenimiento por parte de la concesionaria del serpentín, por lo menos, en lo relacionado a las vallas de contención así como en la colocación de espejos panorámicos en las curvas. Esta situación nos lleva a pensar en soluciones prácticas.

“Una posibilidad es hacer un nuevo trazo para la Panamericana Norte, entre Ancón, Huaral y Chancay”.

Al respecto, se debería contemplar la posibilidad de que antes de transitar el serpentín, todos los conductores reciban una inducción de la manera en la que se debe transitar por este tramo. Inicialmente pudiese parecer que se va a invertir demasiado tiempo en estas inducciones, pero vale la pena invertirlo, y no sería mayor a unos 20 minutos, sobre todo si se tiene en cuenta que se trata de salvar vidas.

Ver también:  Perú destaca en la Conferencia Mundial del Cobre

Otra posibilidad es hacer un nuevo trazo para la Panamericana Norte, entre Ancón, Huaral y Chancay. Mientras esta otra solución se da, se debe ir desarrollando el tema de la inducción a los conductores. En una mina, por ejemplo, no es suficiente tener una licencia de conducir, se toma además un examen de manejo y se le otorga otro permiso de manejo en la operación minera, luego se hace una inducción diaria o charla de 10 minutos generalmente a todos los conductores antes del inicio de la guardia de trabajo con la finalidad de corregir las malas prácticas de conducción y eliminar los accidentes de tránsito. La repetición de esta inducción obligatoria puede ayudar a minimizar los accidentes y el serpentín puede seguir siendo utilizado hasta que se haga un estudio y diseño de ingeniería de otra alternativa.

Ver también:  Pleno del Congreso rechazó censurar al ministro de Energía y Minas

Fuente: Gestión