Presidente de México, Enrique Peña Nieto(Foto:infolatam.com)

Presidente de México, Enrique Peña Nieto(Foto:infolatam.com)

La apertura del sector a la inversión privada, impulsada por el gobierno, se hará realidad luego de choques, negociaciones y largos debates

El presidente de México, Enrique Peña, promulgó el lunes las leyes que ponen en marcha la reforma energética más ambiciosa que ha visto el país en siete décadas y con la que su Gobierno busca atraer multimillonarias inversiones que apuntalen la declinante producción de crudo y revitalicen la economía.

Peña dijo que su Gobierno aceleró la llamada “ronda cero” y anunciará el miércoles los resultados, en los que la Secretaría de Energía (Sener) asignará las áreas de exploración y producción que retendrá la petrolera estatal Pemex.

La Sener -que tenía hasta mediados de septiembre para cumplir con el proceso de la ronda cero- también acelerará la “ronda uno” de contratos de exploración y extracción de hidrocarburos a privados, dijo el mandatario.

Las áreas a licitar en la ronda uno se darán a conocer también el miércoles y las bases de esas licitaciones se publicarán en el primer trimestre del 2015, dijo Peña.

La reforma establece que Pemex, uno de los 10 mayores productores de crudo del mundo, podrá migrar las asignaciones que le otorgue la Sener a contratos, en los que podrá asociarse con privados. Peña dijo que el miércoles la petrolera anunciará también las áreas en las que ha decidido asociarse con terceros.

“He indicado a las diferentes áreas de Gobierno a acelerar todas las medidas necesarias para poner en acción la reforma energética”, dijo Peña en el acto de promulgación de las leyes.

“Esta nueva legislación representa un cambio histórico”, añadió Peña.

Después de meses de intensos debates, el Congreso culminó la semana pasada la aprobación de una veintena de nuevas normas y modificaciones a otras necesarias para implementar la reforma energética, que da un giro de 180 grados a la forma en que se desarrollará el sector.

PROFUNDA APERTURA

La energética, considerada la más importante de una serie de reformas económicas impulsadas por el Gobierno de Peña, abre al capital privado la exploración y extracción de hidrocarburos a través de contratos de servicios, producción y utilidad compartida y de licencia.

También establece los lineamientos para el otorgamiento de permisos para el transporte, comercialización y procesamiento de hidrocarburos y crea el Fondo Mexicano del Petróleo, que recibirá y administrará los ingresos petroleros y abre todo el sector eléctrico al capital privado.

El nuevo esquema pone fin al monopolio de 76 años que la estatal Pemex ha detentado en el sector de los hidrocarburos y al control que la también estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha tenido sobre el sector eléctrico.

La reforma ha atraído la mirada de grandes compañías que buscan invertir en el sector, pero muchas de ellas aún esperan conocer los detalles de los contratos.

“Vamos a revisar las oportunidades estratégicas en México que podrían generar valor para nuestra empresa y el país, donde hemos estado en el negocio durante los últimos sesenta años”, comentó a Reuters el presidente en México de la petrolera Shell, Alberto de la Fuente, tras la promulgación.

Otro tema que preocupa a los empresarios es la persistente violencia en algunas regiones del país con gran potencial petrolero y de explotación de gas, pero que desde hace años permanecen asoladas por asesinatos y extorsiones del crimen organizado.

A la incertidumbre se suma la intención de la izquierda de realizar en 2015 una consulta entre la población para tratar de echar abajo la reforma que, aseguran, entregarán la riqueza petrolera de México a manos extranjeras.

Aunque analistas piensan que la medida sería insuficiente para revertir la reforma.

Tras un año de jaloneos, Peña ‘da vida’ a la reforma energética

La apertura del sector a la inversión privada, impulsada por el gobierno, se hará realidad luego de choques, negociaciones y largos debates

CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Hace 364 días, el 12 de agosto de 2013, el presidente Enrique Peña Nieto dio a conocer la propuesta más emblemática y controvertida de su gobierno: una iniciativa para reformar la Constitución y abrir el sector energético a la inversión privada nacional y extranjera, un cambio de 180 grados en el marco jurídico vigente desde la expropiación petrolera de 1938.

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La reforma constitucional se concretó en diciembre pasado, gracias a una alianza legislativa entre el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN), y esa misma unión consiguió que las leyes secundarias que completan la nueva normatividad para el sector energético quedaran aprobadas este mes y fueran promulgadas por el mandatario este lunes.

“Esta nueva legislación representa un cambio histórico que acelerará el crecimiento económico y el desarrollo de México. (…) Los cimientos están puestos, aprovechemos esta nueva e histórica plataforma”, dijo Peña Nieto en la ceremonia de promulgación en Palacio Nacional, un acto al que asistieron líderes de partido, legisladores, miembros del gabinete presidencial y gobernadores.

Entre estos últimos estuvo un gobernador de la izquierda, Ángel Aguirre, de Guerrero, así como tres que llegaron al cargo gracias a alianzas entre la izquierda y el PAN: Francisco Vega, de Baja California; Gabino Cué, de Oaxaca, y Rafael Moreno Valle, de Puebla.

No acudieron el gobernador de Morelos, Graco Ramírez; ni el de Tabasco, Arturo Núñez, ni el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, todos ellos de izquierda y quienes sí han asistido a las ceremonias de promulgación de otras reformas.

Mensaje a la nación

Por la noche, Peña Nieto emitió un mensaje en cadena nacional en el que enlistó los beneficios que promete con la reforma energética.Agregó que en la página reformas.gob.mx, en línea desde este lunes, se publicará información sobre los motivos y los resultados de las propuestas que ha presentado desde que inició su mandato.

20 claves para entender cómo quedó la reforma energética

Actualmente, México obtiene entre 30% y 40% de su presupuesto de los ingresos que generan los hidrocarburos (Cuartoscuro/Archivo).

Actualmente, México obtiene entre 30% y 40% de su presupuesto de los ingresos que generan los hidrocarburos (Cuartoscuro/Archivo).

1. Apertura en petróleo y gas

La reforma y sus leyes secundarias permiten que empresas privadas, nacionales o extranjeras, inviertan en México en la exploración y explotación de hidrocarburos: petróleo, gas y sus derivados.

Desde la expropiación petrolera de 1938, estas actividades eran exclusivas del Estado.

El gobierno federal y los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), promotores de estos cambios, afirman que el país mantendrá la soberanía sobre sus recursos, puesto que la Constitución indica que la propiedad de todos los hidrocarburos corresponde a la nación de forma “inalienable e imprescriptible”.

Para la izquierda, por el contrario, estas medidas implicarán que México ceda a particulares el control de bienes estratégicos para su futuro.

2. Contratos petroleros

La manera en la que las empresas privadas podrán participar en la exploración y explotación de hidrocarburos será la celebración de contratos con el Estado.

Estos contratos podrán ser de licencia, de servicios y de utilidad o producción compartida, y serán asignados a través de licitaciones por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), uno de los dos órganos reguladores del sector.

Los partidarios de la reforma dicen que uno de los mecanismos que garantizarán la transparencia de estos contratos será que, cada mes, la CNH deberá publicar “el número de contratos para la exploración y extracción que se encuentren vigentes, así como sus términos y condiciones”, según la nueva Ley de Hidrocarburos.

3. Ocupación de terrenos

La misma Ley de Hidrocarburos contempla la posibilidad de que el área contractual otorgada a un particular abarque terrenos en poder de un propietario.

En ese caso, para poder iniciar sus actividades, el contratista tendrá que llegar a un acuerdo con el dueño de la tierra, ya sea de compraventa o para permitir el uso por medio de las figuras de servidumbre legal, ocupación temporal o afectación superficial.

Dentro del acuerdo, el particular deberá fijar qué porcentaje de sus ganancias pagará al propietario por utilizar sus terrenos: de 0.5% a 2% si explota petróleo o gas natural, y de 0.5% a 3% si explota gas de esquisto o shale.

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En el Congreso, la izquierda se opuso a este punto porque considera que equivale a una expropiación a favor de empresas privadas, en la que se afectarán principalmente los derechos de campesinos.

4. ‘Fracking’

En relación con el punto anterior, la ley también abre la puerta a la explotación de gas de esquisto o shale, que se obtiene mediante una práctica conocida como fractura hidráulica o fracking. Esto consiste en perforar la tierra e introducir agua y químicos a presión para sacar el hidrocarburo.

Los opositores de la reforma consideran que esta práctica es contraria al ambiente, porque implica un elevado gasto de agua y el riesgo de que se contaminen depósitos de este líquido. En respuesta, los partidarios de la legislación argumentan que este método ha sido respaldado por científicos como el mexicano Mario Molina, ganador del Premio Nobel de Química.

5. Apertura eléctrica

Así como la reforma abre a la inversión privada la industria de los hidrocarburos, también lo hace con el sector eléctrico. Esto significa que empresas privadas estarán en posibilidades de generar y suministrar este tipo de energía, y competir con la CFE.

6. Permisos

La entrega de permisos para la generación y el suministro de electricidad estará a cargo del otro regulador del sector, la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Según la Ley de la Industria Eléctrica, esta institución también estará facultada para modificarlos, revocarlos o prorrogarlos.

7. Los ‘árbitros’

Tanto la CNH como la CRE ya existen actualmente. Lo que el Congreso hizo con la reforma energética y sus leyes secundarias fue darles mayores facultades, así como modificar la composición de sus cuerpos de dirección.

Hasta ahora, el pleno de ambas instituciones está integrado por cinco miembros. A partir de que la nueva legislación entre en vigor, el número se elevará a siete. Todos ellos serán propuestos por el presidente y tendrán que ser ratificados por el Senado.

8. Reguladores, ¿independientes?

La CNH y la CRE serán organismos reguladores “coordinados” con el gobierno federal. Según el PRI y el PAN, esta figura permitirá que tengan cierta autonomía y, al mismo tiempo, deban tomar decisiones que sean congruentes con la política energética definida por la Secretaría de Energía (Sener).

Por el contrario, la izquierda considera que con esta medida la CNH y la CRE quedarán subordinadas a las órdenes del presidente y de su gabinete.

9. Más gasolineras

La Ley de Hidrocarburos establece que, a partir del 1 de enero de 2016, la CRE podrá otorgar permisos para el libre expendio de gasolina y diesel, es decir, para la apertura de más gasolineras.

Hasta la fecha, las únicas gasolineras que existen en México son las de franquicias de Pemex.

10. Multas millonarias

Dentro de la misma ley, sin embargo, se contemplan multas de entre 1 millón y 20 millones de pesos para aquellas gasolineras que vendan litros incompletos de combustible, una práctica frecuentemente denunciada ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

11. Precio de gasolina y gas

La nueva legislación contempla cambios en la política de precios de los combustibles.

En el caso de la gasolina y el diesel, por ejemplo, durante lo que queda de 2014 el precio se mantendrá bajo control de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). De 2015 a 2017, el precio lo fijará el gobierno federal tomando en cuenta diferencias de costos de transporte entre las regiones del país o variaciones en los mercados internacionales. Y del 1 de enero de 2018 en adelante, el precio será determinado por el mercado.

De forma similar, el precio del gas licuado de petróleo o LP se liberará a partir del 1 de enero de 2017.

12. Tarifas eléctricas

En el caso de las tarifas eléctricas, las nuevas leyes no prevén cambios por el momento. Esto significa que se mantendrá el subsidio generalizado, aunque las normas apuntan a que los apoyos se concentren en los sectores de menores ingresos de zonas rurales y urbanas marginadas.

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Priistas y panistas, además, afirman que conforme crezca la competencia en el sector, las tarifas empezarán a bajar y esto beneficiará a los consumidores.

13. Pemex y CFE

La reforma energética también implica nuevas leyes para ambas instituciones, que se convertirán en empresas productivas del Estado.

Con esto, tendrán que modificar su forma de organización y adoptar un gobierno corporativo similar al de una compañía privada. Por ello, tendrán tanto un director, encargado de la operación diaria, como un consejo de administración, responsable de las decisiones de largo plazo.

Pemex tendrá un consejo de 10 miembros: cinco funcionarios federales y cinco consejeros independientes. El de la CFE también será de 10 integrantes: cinco funcionarios federales, cuatro consejeros independientes y uno designado por el sindicato.

14. Pasivos laborales

Una de las últimas medidas incluidas en las leyes energéticas fue abrir la posibilidad para que el Estado asuma una parte de los pasivos laborales de Pemex y de la CFE, que ascienden a 1.6 billones de pesos por pensiones y jubilaciones de sus trabajadores.

A decir del PRI y el PAN, esto es necesario para “sanear” las finanzas de ambas instituciones y dejarlas en mejores condiciones de competir con las compañías privadas que llegarán a México.

15. La relación con los sindicatos

Sin embargo, la conversión de esos pasivos en deuda pública está sujeta a algunos requisitos. El más polémico es que Pemex y la CFE logren cambios en los contratos colectivos de trabajo con sus sindicatos, de manera que se establezcan nuevas condiciones de retiro para sus nuevos empleados, con edades de jubilación más elevadas y un sistema de cuentas de ahorro individuales.

16. Ingresos petroleros

Con la apertura del sector energético, los promotores de la reforma esperan que crezcan los ingresos del país derivados de los hidrocarburos.

Estos ingresos principalmente serán de tres tipos: derechos, que pagarán Pemex y sus subsidiarias; contraprestaciones, que pagarán los particulares con contratos de exploración y explotación, e impuestos, que pagarán los dos.

Las contraprestaciones quedarán determinadas en cada contrato, dependerán del tipo de hidrocarburo explotado e irán al nuevo Fondo Mexicano del Petróleo. Los impuestos corresponderán a la SHCP.

17. Fondo petrolero

El fondo se constituirá como un fideicomiso dentro del Banco de México (Banxico), con la finalidad de administrar los ingresos derivados de los hidrocarburos. En ese sentido, tendrá que vigilar que cada contratista realice sus pagos y reciba las ganancias que le corresponden.

También tendrá que definir una estrategia de ahorro a largo plazo y entregar recursos a la Federación.

18. El PEF

La ley del fondo petrolero establece que, cada año, éste tendrá que entregar recursos equivalentes al 4.7% del Producto Interno Bruto (PIB) para el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

Según los partidarios de la reforma energética, con esto se garantiza que el Estado siga obteniendo de los hidrocarburos un monto equivalente al que recibe en la actualidad.

19. Las ‘cabezas’ del fondo

La nueva legislación señala que el fondo será dirigido por un comité técnico integrado por siete miembros: el secretario de Hacienda, el secretario de Energía, el gobernador del Banxico y cuatro independientes. Estos últimos serán propuestos por el presidente y deberán ser ratificados por dos terceras partes de los senadores.

20. Fondo para estados productores

Dentro del paquete de normas fiscales de la legislación energética, también se contempla crear un fondo de recursos especial para los estados y municipios productores de petróleo.

Esta bolsa se nutrirá del dinero recaudado vía los impuestos por actividades de exploración y explotación.

La propuesta, discutida durante los últimos días de sesiones en el Congreso, generó controversia al interior de la izquierda, puesto que si bien diputados y senadores de esta tendencia criticaron la reforma energética, algunos de ellos —originarios de entidades petroleras como Tabasco— votaron a favor de la creación del nuevo fondo.

CNN México