argentina gas

Los envíos desde el vecino país empezarán a llegar a Salta a fin de mes. La otra cara de esas operaciones está en los hundidos yacimientos del norte.

En estos días uno de los gasoductos que abastecían a Antofagasta desde Salta, NorAndino, empezará a traer gas desde Mejillones a Pichanal (Orán).
Calama, otra comuna del norte chileno, ya envía a la estación transformadora de Cobos excedentes de energía solar y eólica generada en el desierto de Atacama. La importación eléctrica se canaliza por la línea de 345 kilovoltios (kV) que se construyó en 1999 para llevar la producción de la usina TermoAndes a la II Región trasandina.
Las operaciones que dieron un nuevo sentido al gasoducto binacional NorAndino y a la línea transcordillerana de extra alta tensión, InterAndes, muestran la profundidad de la crisis energética argentina y del derrumbe que sufrieron los yacimientos gasíferos del país, con las áreas del departamento San Martín a la cabeza, en los últimos diez años.

Está previsto que ingresen a Salta 1,5 millones de metros cúbicos diarios. El país importará un total de 5,5 millones de metros cúbicos.

Los acuerdos que el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, suscribió a comienzos de año con su par chileno, Máximo Pacheco, también contienen un rosario de paradojas y de enseñanzas para las dirigencias políticas y empresariales de nuestro país.
Los términos que la estatal Energía Argentina (Enarsa) convino con Solgas, empresa privada que comercializa gas en Chile, prevén la entrega de un total de 86 millones de metros cúbicos, desde esta semana y hasta mediados de agosto, por el gasoducto NorAndino.
La firma que importará el gas natural licuado (GNL) que se procesa en Mejillones terminó de constituirse en 2011, pero sus orígenes se remontan a 2007, cuando el gobierno argentino cortó las exportaciones de gas a Chile y dejó a usinas térmicas, complejos mineros y establecimientos industriales de la región de Antofagasta en crítica situación de abastecimiento energético.

El nuevo escenario
Argentina importará desde Chile 5,5 millones de metros cúbicos diarios de gas, por un plazo de tres meses, para afrontar el pico de demanda invernal, en una operación por 95 millones de dólares que Aranguren negoció con GDF Suez y la Empresa Nacional de Petróleo (Enap).
Las operaciones debían iniciarse hoy, pero el ministro Pacheco precisó que arrancarán a fin de mes, porque aún esperan firmar algunos contratos entre las empresas privadas que intervendrán en los envíos.
Las negociaciones por los volúmenes que entrarán por Salta, de 1,5 millones de metros cúbicos diarios, están prácticamente cerradas, porque la regasificadora GNL Mejillones, la transportista Gasoducto NorAndino y la comercializadora Solgas pertenecen al mismo grupo matriz: GDF Suez.
Más envíos al país
Por los restantes 4 millones de metros cúbicos diarios, que ingresarán al país por el gasoducto que vincula a Mendoza con la región central de Chile, quedan pendientes algunos entendimientos.
En ese caso, las contrapartes chilenas son la estatal ENAP y dos empresas privadas: Endesa y Gas Andes. La primera negocia los excedentes de gas natural de la planta regasificadora de Quintero y la segunda opera el gasoducto que tienen como principales accionistas a Metrogas y la Compañía General de Combustibles (CGC), petrolera que pertenece a Eduardo Eurnekian desde 2013.
“Bolivia no tiene más gas y en invierno no era posible recibir más GNL por barco. La oportunidad que teníamos para reemplazar el gasoil en usinas era Chile. Nuestra obligación es que haya disponibilidad del producto”, dijo Juan Aranguren, ministro de Energía.

Pruebas en la tubería

Solgas, la empresa que materializará la importación de gas desde Mejillones a Salta, completó pruebas de funcionamiento del gasoducto NorAndino, en sentido inverso. Para tal fin, compró en diciembre a otra empresa chilena, Engie Energía, volúmenes de 4 millones de metros cúbicos diarios, a 8,41 dólares el millón de BTU. La citada unidad térmica de comercialización internacional equivale a unos 27 metros cúbicos, o dos tubos de GNC llenos como los que suelen utilizar taxis y remises en Salta.

Entre tanto, diarios de Bolivia informaron que este “es un negocio que suscita hoy polémica, ya que  el gobierno argentino ordenó comprar gas a Chile en forma directa y un 128% más caro que el de Bolivia. Tras haber sido el blanco de fuertes críticas por el último aumento de los combustibles, el ministro de Energía y Minería Juan José Aranguren convalidó una polémica importación de gas natural de Chile que, según opinan varios especialistas del sector, presenta ribetes insólitos y muy difíciles de justificar, afirma LPO en su artículo”.
“La controversia y las críticas contra la administración de Mauricio Macri sobre este asunto estallan porque con el argumento de que significaba una pesada carga para el Estado, el Gobierno quitó el subsidio al gas y electricidad, y las tarifas se dispararon para la población, comercios e industria con aumentos de 500 al 700 por ciento”, señaló el Deber.