En diciembre del año pasado el bitcoin alcanzó una cotización histórica que bordeaba los US$ 20 mil. Aquel exorbitante valor comenzó a desplomarse a medida que países como China empezaban a regular sus transacciones.

Ya en julio de este año, la moneda digital luchaba por sobrevivir en el piso de los US$ 8 mil y, este último miércoles, la criptomoneda cerró su cotización en US$ 6 mil.

La tendencia a la baja, según el analista de Bloomberg Intelligence, Mike McGlone, continuaría durante este año. “Parece probable una reversión a la media del año pasado de aproximadamente US$ 4.000, llevando el declive de este año a cerca de un 80%”, destacó.

Por otro lado, un análisis reciente de la compañía Coindesk sugiere que existen posibilidades de que la criptomoneda no alcance cotizaciones históricas durante este año.

Una de las principales razones es que el volumen de transacciones realizadas ya sufrió pérdidas considerables comparado con el 2017.

Además, según una encuesta, la cantidad de compradores que posiblemente inviertan en bitcoin en el futuro cercano es de apenas el 0,5% o menos.

Se conoce también que la ganancia de los mineros, quienes descifran las transacciones, es de 50% menos del valor obtenido el pasado verano del 2017, pese a la reducción sustancial de las tasas de comisión y la volatilidad.

A todo ello se le suman los comentarios de diversos analistas de criptomonedas quienes, según el Wall Street Journal, recién esperan para el 2019 un primer fondo de inversión cotizado para el bitcoin, lo que daría más respaldo a la divisa.

El pasado miércoles, en EEUU, la Comisión de Bolsa y Valores negó la solicitud de dos compañías de inversión para crear dicho fondo. La respuesta del ente estadounidense es que su solicitud deberá esperar hasta octubre.

La República