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El Presidente del IIMP Víctor Góbitz analizó el panorama del sector minero nacional, apuntando a viabilizar una gestión conjunta en Cajamarca por parte de las compañías mineras dispuestas a operar en la zona. En esa línea, presentó una propuesta innovadora para sacar adelante proyectos clave de cobre que requeriría la sinergia de las empresas, en temas enfocados al uso del recurso hídrico y la deposición de relaves.

“La industria minera es uno de los pilares de nuestro desarrollo económico, por lo que hay que ver la forma de que ese portafolio se pueda desarrollar en beneficio de todos los peruanos”, planteó durante su ponencia “Portafolio y Proyectos Mineros en el Perú: Desafíos Socio-Ambientales y Alternativas de Solución”.

¿Por qué es clave esta sinergia?

El directivo trajo a colación que en el mundo el desafío ante la escasez de agua es crucial, por lo que la industria minera desarrolla la mejor tecnología para optimizar su uso.

Una de las soluciones implementadas en la industria, es la recirculación del agua. Hace 20 años se decía “si uso agua recirculada, la recuperación será menor. Nadie discutía y el agua industrial se descargaba y se usaba agua fresca”. Eso ahora es un mito, porque cada vez más, la industria recircula las aguas y optimiza su uso, subrayó al respecto, siendo otras de sus propuestas depositar relaves en seco, para enfrentar adecuadamente el plan de cierre de las minas, en respeto al medio ambiente.

Cómo ejecutarla

El también CEO de Milpo consideró que en el caso de Cajamarca, los proyectos Conga, Galeno, Michiquillay y La Granja pueden tener, por ejemplo, una misma fuente de agua y una deposición de relaves común, logrando desarrollar su potencial acorde con las normas ambientales. Sobre dichas iniciativas advirtió que “por diversas razones no han progresado, y que pese a que se ha logrado ponerlos en valor en términos geológicos, con los niveles actuales de precios del cobre y una evaluación técnica financiera como proyectos aislados (sin sinergia), podrían perderse”.

“El desarrollo oportuno del impresionante portafolio de proyectos de inversión minera que tiene Perú, y que supera los US$ 60.000 millones, es vital para un mayor crecimiento económico del país y el combate contra la pobreza”, sostuvo.

Proyectos cupríferos hacen la diferencia para el PBI

Góbitz hizo hincapié que en términos de crecimiento porcentual del PBI, “los megaproyectos de cobre hacen la diferencia, por lo que hay que ponerle la debida atención a su desarrollo oportuno”.

“Las Bambas es el más grande y este 2016 ya en producción comercial, así como Cerro Verde y la ampliación de Toquepala y Toromocho”, pormenorizó.

Graficó el actual panorama macroeconómico Asimismo, detalló que somos un país con un PBI anual del orden de 600 billones de soles, unos US$180.000 millones; lo cual significa que los peruanos tienen un PBI per cápita promedio de unos 19,466 soles. Es decir, somos un país de ingresos medios comparado a nivel global.

“Por eso tenemos que mirar siempre hacia la exportación, tratar de producir productos con valor agregado, y que sean requeridos por la población mundial”, advirtió.

Refirió que hay una población directa e indirectamente ligada a la minería de 7.2 millones de personas; es decir, 23% de la población nacional, y que las personas que laboran en el sector minero formal tienen un ingreso muy por encima del promedio del resto la población peruana.

Minería contra pobreza

Góbitz expresó que el deseo de todos, es sacar de la pobreza a cientos de miles peruanos que la padecen, en orden del 20% de la población, y que esto se puede lograr si desarrollamos apropiadamente a la industria minera.

“Por tal motivo, hay que sacar adelante los proyectos mineros en cartera, incluyendo los desafíos ambientales que implican, para así lograr incrementar los aportes del sector al desarrollo social y económico del país”, Tn; es decir el 13% de la reserva global, y que nuestros grandes productores son Antamina, Volcan, Milpo y otras empresas.

“En cobre, Perú tiene 82 millones de toneladas de reservas, el 11% de las reservas mundiales, que son de 720 millones de toneladas. Competimos con Chile, Australia, China, México y Estados Unidos”, añadió.

Anotó que en oro poseemos 2.8 miles de Tn de oro como reservas, el 5% de las reservas mundiales que se estiman en 56 mil Tn.

Urge regulación ambiental más expeditiva

Cómo último ítem, demandó que el desarrollo de la industria minera requiere con urgencia una regulación más apropiada y expeditiva.

“Porque no basta tener reservas cuantiosas sino también un marco legal, entre los cuales la regulación ambiental es importante para hacer atractiva y sostenible la industria para un país como el nuestro, que tiene la aspiración de convertirse en un país del primer mundo”, remarcó.

Afirmó que el sector minero no se opone a la fiscalización ambiental, y que la actual regulación normativa es muy completa, pero necesita una única autoridad fiscalizadora, no varias, y que sea fuerte.

Sin embargo, manifestó que ahora existen diversos organismos fiscalizadores, como el Osinergmin, OEFA y Senace y pidió mayor agilidad para los trámites, así como predictibilidad de las inversiones, puesto que “cuando las aprobaciones, licencias y fiscalizaciones se tratan en un sinnúmero de entes, estamos yendo en el sentido contrario”, expresó.

“En el tema normativo, en lugar de tener un sistema definido hemos creado muchas instancias y pasos. Eso no es lo mejor. Es contradictorio con la meta de reducir brechas de pobreza”, lamentó.