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Por Juan Carlos Mathews

Hoy la globalización se traduce en la apertura de mercados y, por lo tanto, en una competencia creciente en todos los sectores. Los productos o servicios tienen que diferenciarse para lograr atraer a los consumidores. ¿Qué rol juega en este escenario la propiedad intelectual?

Alcances de la propiedad intelectual

Dos conceptos principales forman parte de la propiedad intelectual: la propiedad industrial y los derechos de autor.

La propiedad industrial implica la concesión de un monopolio temporal de explotación y uso exclusivo aplicable a invenciones, nuevos diseños de productos o signos distintivos de un producto o servicio. Éstos deben ser registrados ante las autoridades competentes. El plazo de protección de las marcas es de diez años renovables indefinidamente.

Los derechos de autor, por su parte,  implican proteger obras desarrolladas por el ingenio humano (obras escritas u orales, composiciones musicales, obras audiovisuales, bases de datos, programas informáticos, etc.). Éstas no requieren ser registradas ante las autoridades competentes. Los derechos patrimoniales de autor son de por vida y setenta años posteriores a la muerte del autor.

La importancia de las marcas

Al amparo de lo señalado, las marcas representan un valor agregado fundamental para un producto o servicio porque posibilitan dos factores vitales para un negocio:

  1. Diferenciación con respecto a los competidores. Esto implica que la marca se asocie a un producto o servicio que satisfaga las expectativas del consumidor en términos de precio, calidad y oportunidad de entrega. Es fundamental, por lo tanto, que “se cumpla la promesa”. No se trata simplemente de promover un nombre comercial sin sustento que lo respalde.
  2. Si produzco para una marca conocida como Zara, por mencionar un ejemplo, esta empresa española siempre tendrá la posibilidad de encontrar proveedores más baratos y de una calidad similar en Vietnam o en cualquier otro origen, con lo cual nadie puede garantizar la sostenibilidad de mi relación con ellos. Sin embargo, si tengo una marca reconocida en el mercado y los consumidores la reconocen y la demandan, eso sí le da la sostenibilidad que estoy buscando.

Marcas peruanas en el exterior

Aún son pocas las marcas peruanas con reconocimiento y presencia sólida en el exterior.

Marcas comerciales individuales. Nuestras multinacionales (Belcorp, Aje, Alicorp, Gloria, etc.), la gastronomía peruana (Astrid & Gastón, Segundo Muelle, Osaka, Bembos, etc.), algunas franquicias no gastronómicas (Ilaria, Taya 925, Michelle Belau, Jeans Roys, etc.) y algunas pocas marcas en el mercado de alimentos, como la uva red globe bajo la marca Red Dragon (Fundo Pedregal, Ica) en el mercado chino.

Marcas colectivas o sectoriales. Tomando como referencia las exitosas experiencias de ‘Wines of Chile’, ‘Avocados from Mexico’, ‘Chile Pork’, etc. Promperú lanzó recientemente la marca Alpaca Perú. Esto implica primero un posicionamiento de la marca general para en una segunda etapa competir marca contra marca. Este mismo ejercicio pretende hacerse con la construcción de marcas colectivas a nivel de la Alianza del Pacífico. Difícil pero posible.

Marca Perú. Como paraguas, cada país, y específicamente el Perú, desarrolla una marca nacional. En el caso particular de nuestro país, la Marca Perú pretende promover simultáneamente turismo, exportaciones e inversiones. Otros países optan por enfocarse por sólo uno de estos tres frentes.

La marca representa, sin duda, valor agregado para el país y para la empresa.

Fuente: Semana Economica