YANACOCHAEl confuso incidente que ocurrió con la Southern Copper Corporation (SCC), pues la compañía anunció en un primer momento que el proyecto minero Tía María (Arequipa) no iba más, aduciendo un “terrorismo minero” que le impedía continuar con sus operaciones, y luego salió a decir que tal retiro no se produciría, ha ocasionado que se ponga la mirada en el resto de proyectos que también están envueltos en conflictos sociales y que involucran una inversión de unos US$ 25.299 millones.

De acuerdo con información del Ministerio de Energía y Minas (MEM), en la actualidad hay 51 proyectos en la cartera de inversiones mineras, de los cuales, según Carlos Herrera Descalzi, ex ministro de este sector, al menos nueve se encuentran en situaciones de conflicto con la población que vive en los alrededores de los centros mineros.

Mencionó en la lista al proyecto Tía María (Arequipa), en el que el compromiso de inversión asciende a US$ 1.400 millones, y también a Conga (Cajamarca) con US$ 4.800 millones comprometidos, aunque aquí las disputas entre la población y la empresa vienen de años atrás.

Asimismo, se encuentran los proyectos Las Bambas (Apurímac), en el que el problema se centra en las líneas de transmisión que afectan a algunos centros poblados y que perjudicaría la inversión de US$ 10.000 millones, y Cañariaco (Lambayeque), en el que al menos US$ 4.599 millones se están retrasando. Situaciones similares se presentan en otros proyectos (ver infografía).

“Muchos de los 51 proyectos que aparecen en la cartera de inversiones del MEM están en fase de exploración, en la que no hay nada decidido aún, y los proyectos más importantes están vinculados a los conflictos sociales, pero no se desarrollarán a menos que se resuelva el conflicto entre la agricultura y la minería”, enfatizó el ex ministro.

Agregó que el Estado debe intervenir para lograr que los beneficios de la minería lleguen a quienes de verdad les corresponde.
“¿Por qué los que están al rededor de las operaciones mineras no reciben los beneficios que estas producen si las leyes están hechas para que sean los primeros? Lo que vemos es que quienes reciben la gran parte de la torta (canon minero) son los gobiernos regionales y las alcaldías, que hacen de todo en vez de acercar los beneficios a esta población. Hacen construcciones y gastos que no tienen un efecto productivo, es un mensaje de dispendio, ineficiencia y hasta corrupción, esto le está fallando al Estado”, señaló.

Para Rómulo Mucho, ex viceministro de Minas, una de las situaciones que más afectarían es el retraso de Las Bambas, que según lo estimado recién entraría en operaciones en el 2016 si es que logra superar las disputas que mantiene con la población de Apurímac.

Respecto a Tía María, Mucho consideró que es de “vida o muerte” su puesta en marcha, ya que este y otros proyectos de gran envergadura como Las Bambas, Toromocho –en el que el retraso es por problemas técnicos– y Cañariaco conforman el grueso de inversiones que sostendrán al sector en los siguientes años.

“Hoy lo que queda es convertir estos conflictos en una oportunidad. Los que se oponen deben decir por qué lo hacen, hay aquí un desentendido voluntario o involuntario, esto tiene que trabajarse, es una oportunidad para que la agricultura pase de 13 mil a 20 mil hectáreas en la zona de influencia de Tía María y tenga similares expansiones en el resto de zonas en conflicto e incluso se ingrese a la exportación”, dijo.

Mucho agregó que, además de los que se encuentran en problemas con la población, hay otro grueso de proyectos detenidos por diversas razones.

“Zafranal (Arequipa) recién estará listo en un año; en el norte no hay mucho que contar, salvo Charuno, que lo ha comprado Río Blanco (Piura) y en el que estamos a la espera de una producción significativa de cobre que corresponda a la inversión de US$ 1.500 millones que se ha anunciado”, sostuvo.

Señaló que hay proyectos que están a la expectativa como Toquepala (Tacna), que acaba de conseguir su expansión, y otros de reciente ingreso en los que el avance es reducido.

Lo que destacó es que Antapaccay (Cusco) ha alcanzando su máximo nivel de producción, aun cuando no se han superado totalmente las disputas con la población de Espinar.

Expertos dicen que panorama no es alentador

Ante esta cantidad de proyectos mineros con conflictos sociales, además de otros que se han retrasado por distintas razones, no se augura un buen año 2015 para la inversión minera en el país, según expertos del sector.

Carlos Herrera Descalzi consideró que si se igualan las cifras del año pasado se podrá decir que se ha logrado algo, ya que la caída en el precio de los metales y lo que sucede con los hidrocarburos tienen efectos directos en el comportamiento de la inversión.

Por su parte, Rómulo Mucho fue enfático al decir que “el panorama de las inversiones no es nada alentador”, pues si el año pasado terminamos en US$ 8.500 millones, para este 2015 se espera que sean unos US$ 7 mil millones y para el 2016 una cifra incluso un poco menor.

Señaló que las iniciativas que están saliendo del Ejecutivo para promover las inversiones aún no son suficientes como para darles una inyección importante, y espera que los próximos paquetes sean más efectivos, ya que la economía nacional está muy ligada a la minería.