Petroleo

Fuente: Desde Adentro – SNMPE

El mercado petrolero internacional está cambiando. Mientras EE. UU. se consolida como el principal productor de petróleo, con precios de producción competitivos, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se esfuerza para mantener su presencia en el mercado internacional. En ese contexto, América Latina, en especial los países importadores de petróleo, debe continuar realizando esfuerzos para atraer inversiones y alcanzar niveles de producción que abastezcan la creciente demanda energética de su población. Esta coyuntura fue analizada en la III Conferencia de Petróleo, Gas y Electricidad – Perú Energía 2015 por el vicepresidente de Desarrollo de Negocios en América Latina para Argus Media, Jaime Brito, quien sostuvo que los altos precios que alcanzó el petróleo hace cuatro y cinco años (entre 80 y 100 dólares el barril) se debió a causas geopolíticas que generaron preocupación en el mercado, como la Primavera Árabe y la crisis en Libia que afectaron los niveles de producción. “Pero luego la coyuntura cambió”, señaló el analista, explicando que los problemas geopolíticos se apaciguaron y se fue recuperando paulatinamente los altos niveles de producción en la zona árabe. No obstante, añadió, se presentaron crisis financieras en importantes economías del mundo que disminuyeron la demanda de petróleo, lo que generó la significativa caída de los precios. Por ejemplo, China, que experimentaba crecimientos anuales de 12% y 13%, alcanzó niveles de 7,8% y 7,7% en 2012 y 2013, respectivamente.

La preocupación de la OPEP

Jaime Brito sostuvo también que la OPEP, en esta coyuntura de precios bajos, no ha compensado su economía con la creciente demanda de petróleo del mercado asiático. “La poca participación de la OPEP en esa zona se debe básicamente a Rusia. En los últimos ocho años, los rusos se han enfocado en explotar reservas del Pacífico, literalmente frente a China, abasteciendo directamente al mercado asiático”, detalló. De igual manera, afirmó que frente a esta problemática la organización ha decidido dejar que los precios del crudo sean establecidos por la dinámica del mercado, para no perder competitividad frente a EE.UU. Ello pese a que Venezuela, uno de sus miembros, pedía recortar la producción petrolera con la finalidad de empujar los precios al alza. Sin embargo, sus miembros optaron por mantener una producción en conjunto de 30 millones de barriles por día. “La lógica de esta decisión es que los cortes de producción en el pasado han permitido que los competidores ganen participación en el mercado; y la OPEP no quiere perder presencia en estos mercados”, precisó.

Perspectivas para EE.UU.

Por otro lado, recordó que EE.UU., por medio del ‘shale oil’, ha incrementado su producción diaria de petróleo en 3 700 000 barriles en solo cinco años, alcanzando una producción total de 9.4 millones de barriles diarios. “Ese adicional equivale a la producción diaria de Kuwait y Colombia. Se trata de barriles de 58 y 55 grados API, muy ligeros y de muy buena calidad que el país norteamericano desarrolla con precios de producción bajos, pues cuenta con alta tecnología y abastecimiento de gas natural”, acotó el especialista. Asimismo, señaló que en la zona del Golfo, al 2016, se materializarán importantes proyectos de explotación y refinación de petróleo, además de ductos que permitirán recibir grandes cantidades de petróleo pesado. “Se estima que la producción crecerá en 700 000 barriles por día extras en los próximos 3 o 4 años”, añadió.

Retos para América Latina

El especialista sostuvo que el desarrollo de estos proyectos petroleros en EE.UU. representará cambio para el mercado de América Latina, cuya demanda energética es creciente. “Si un país como México y Colombia quisiera invertir en una nueva refinería para abastecer su demanda interna, tendrá que comparar estos costos de producción con lo que costaría traer combustibles de EE.UU. En ese escenario será muy difícil que compitan, así EE.UU. seguirá siendo el proveedor de productos refinados por excelencia de la zona”, manifestó. Sostuvo también que los países de la región, entre ellos el Perú, entrarán a una competencia muy fuerte para atraer las inversiones. En ese sentido, recomendó reformular dispositivos comerciales, legislativos e impositivos para mantener su competitividad y atraer inversiones al sector.