Ricardo Briceño Villena.

El empresario peruano Ricardo Briceño Villena, en conversación con ProActivo admitió que algunas empresas mineras buscan formar un gremio paralelo sin renunciar a la Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía (SNMPE). Respecto a los trámites burocráticos en Energía y Minas, acusó la existencia de una “bipolaridad“, que afecta la dinámica del sector.

Por Mónica Belling

¿Hay intentos de dividir la SNMPE?

No creo. Creo que hay un intento de algunas empresas de formar un gremio paralelo, inclusive sin renunciar a la Sociedad de Minería (SNMPE), por lo menos eso es lo que he escuchado.

Nosotros queremos formar otro gremio sin dejar de pertenecer a la Sociedad para que a través de esa asociación tengamos una presencia mucho más focalizada de nuestros intereses particulares.

Como dije en la CADE, la institucionalidad no es la gestión de intereses propios, uno va a un gremio para que represente el común de los intereses y no el particular, no confundamos la gestión gremial con la gestión del lobby empresarial, que es perfectamente legítimo, no es “antiético” ni nada por el estilo, pero no es necesariamente el rol de los gremios empresariales, que tienen un campo de acción mucho más grande, más amplio y transversal.

Entonces, creo que la SNMPE cumple con sus funciones, pero actualmente hay mucha cautela en la relación entre el sector empresarial y el gobierno.

Considero que hay una cierta crisis de confianza en que no se quieren ver mutuamente y ahí sí por falta de institucionalidad y de agenda de largo plazo, porque si todos nos ponemos de acuerdo -en a dónde queremos llevar al país- entonces creo que la relación será más sencilla.

Pero en este momento hay temores; por ejemplo -de ciertas empresas- de que declaraciones que puedan hacer críticas al gobierno les ocasionen consecuencias negativas, eso se percibe hoy día y está mal.

Considero que los gremios tienen la obligación de contribuir con que las gestiones se agilicen. Cuando son lentas, entrampadas y tediosas se pierde la esperanza, la gente abandona o se van por el camino corto, eso es lo que hemos visto en esta CADE, y ese camino corto es llegar a componendas, lo cual está mal. Entonces, para que eso no suceda tenemos que colaborar con el Estado, más que con el gobierno, con los funcionarios que están en este momento atemorizados.

Lo que veo en Energía y Minas es que en el propio sector la parte de fiscalización, de controles, es muy activa; sin embargo, la “permisiología”, aquello que son trámites, permisos y licencias están paralizados.

Es como si hubiese una bipolaridad en el sector, en el que una parte está hiperactiva y la otra paralizada. Ese es el mundo en que uno se relaciona, un sector en el que para seguir adelante hay temor, el cual se refleja en una fiscalización muy aguda, a veces exagerada y eso exaspera la relación entre los empresarios y el Estado.

¿En esta situación que rol cumple la SNMPE en la CONFIEP?

La SNMPE es uno de los gremios fuertes de la CONFIEP, una parte sumamente importante de la agenda nacional.

¿Sigue liderando la SNMPE?

Sí, sigue siendo un actor importantísimo en la CONFIEP.

¿Cómo se vincula la CONFIEP con el gobierno?

La agenda que tiene CONFIEP es transversal, de principios, de proyectos, del Estado de derecho, de la democracia y de la economía de mercado, entre otros.

Ello se basa en una agenda a largo plazo y desgraciadamente no hay tal, no solo en el gobierno central sino también en los gobiernos regionales, donde se ve que la precariedad política hace que cambie la dirección política en dichos estamentos.

Sin una construcción de largo plazo, es difícil tener una agenda común, la gestión se vuelve un poco reactiva y los gremios están a la defensiva de las iniciativas puntuales que se presentan, reaccionando ante las iniciativas de ley, decretos u ordenanzas, más que en la construcción de una agenda futura.

¿El Ceplan es una alternativa?

Es una institución que hace lo suyo, me pregunto si el gobierno tiene interés en el Ceplan.