Rómulo-Mucho

Un antiguo pensamiento nos dice que “lo que no se mide, no se puede administrar eficientemente”. Por otro lado, una cosa es administrar sin tener los recursos para implementar las medidas y otra muy diferente es administrar teniéndolos. En el Perú, seguimos administrando pobreza cuando tenemos todas las condiciones para administrar abundancia. Lo primero que tenemos que hacer, es tomar un acuerdo en consenso para definir si realmente queremos ser un país del primer mundo o no. Para serlo tenemos que –en primer lugar- optar por un modelo peruano de desarrollo basado en la competitividad. Tenemos también que cambiar de actitudes cotidianas aparentemente leves como no respetar la indicación de un semáforo y graves como el sobornar a un policía o cobrar el “diezmo” en las obras del Estado.

Volviendo al tema de la medición, sugiero centrar esfuerzos en nuestra Competitividad Global. El Banco Mundial indica que para medir el grado de bienestar de un país, el PBI no basta. Sugiere medir también el grado en que se distribuye la riqueza. El Foro Económico Mundial sugiere la medición del Índice de Competitividad Global. Los seis países más competitivos en el ranking 2015 son (en ese orden): Suiza, Singapur, Estados Unidos, Alemania, Holanda y Japón. Este índice posee doce pilares de los cuales los más representativos son: (1) entorno macroeconómico, (2) infraestructura, (3) salud y educación primaria e (4) institucionalidad. En lo que mejor estamos es en entorno macroeconómico, ocupamos el puesto 23. En infraestructura estamos en el puesto 89, en salud y educación primaria en el puesto 100 y en institucionalidad en el puesto 116.  En el 2013 estábamos en el puesto 61, en el 2014 en el puesto 65  y en el 2015 estamos en el puesto 69 de 140 países evaluados es decir, seguimos en un franco retroceso en lo que a competitividad global se refiere.

Para mejorar nuestra competitividad global necesitamos “hacer caja”. Sin recursos económicos todo queda sólo en buenas intenciones seguidas de amargos desencantos. Si tenemos en cuenta los siguientes seis aspectos: (1) el Estado no cuenta con dinero para atender eficientemente las necesidades básicas de sobre todo, los más pobres y es además considerado por la mayoría de peruanos como ineficiente y corrupto. (2) todos sabemos que a nuestro modelo exportador primario tenemos que agregar la exportación de conocimiento con ciencia, tecnología e innovación (3) somos un país tradicionalmente agrícola y minero y ambas actividades coexisten durante siglos en nuestro territorio. (4) la tecnología hace que hoy en día  los impactos ambientales de las industrias extractivas sean mínimos. (5) la Responsabilidad Social Empresarial se viene convirtiendo en una ventaja competitiva sostenible para las empresas globales y (6)  no se trata de “agachar la cabeza” ante el capital extranjero sino de aprovechar nuestros recursos naturales para producir un estándar de vida alto y sostenido para todos los peruanos. Repito, teniendo en cuenta estos seis aspectos, ¿cómo podemos denominar al hecho de no aprovechar la inversión extranjera para “hacer caja”  y así elevar nuestra competitividad global?, ¿Qué calificativo podemos asignar a los gobernantes que nunca apostaron por una buena educación, investigación científica ni desarrollo tecnológico? ¿Qué nombre le podemos dar a nuestra actual actitud individual frente al desarrollo?