Roque Benavides, presidente de Buenaventura

Roque Benavides, presidente de Buenaventura

La universidad debe tener vocación de investigación mediante la ciencia y tecnología, lo cual es un factor clave para el desarrollo de la empresa que precisa de ese soporte, sostuvo el empresario Roque Benavides.

“Existe necesidad de la empresa de invertir en investigación y desarrollo de la industria y servicios. En minería se habla de exploración, porque esencialmente necesitamos encontrar nuevos recursos, por lo tanto la innovación en exploración es fundamental, aunque costosa”, señaló.

Anotó que en investigación, las universidades tienen mucho que ofrecerle al sector empresarial, pero especialmente a la empresa pequeña porque carece de capacidad para ello.

En tal sentido, dijo que es necesario, conforme se da una mayor relación e integración entre la universidad y la gran empresa, que esta vinculación involucre a la pequeña y mediana empresa.

Benavides expresó que la universidad tiene la obligación de formar profesionales no sólo para las empresas, sino para todas las esferas del quehacer nacional.

Consideró importante que profesionales de solvencia empresarial se animen a regresar a su universidad para aportar en la docencia universitaria, porque “las experiencias vividas son un valor agregado para la formación académica”.

“Así se asegurará la formación de graduados con mente más abierta al mundo y que sean capaces de contribuir a la innovación para el desarrollo. Se necesita gente con ideas y herramientas, con sensibilidad social y sólidos valores, porque sin eso no existen ni empresa ni universidad”, subrayó el empresario.

Acotó que las universidades deben abastecer de capital humano a las empresas privadas y públicas y al estado en general, para ser más competitivos.

Las empresas no son chacras

En otro momento, expresó que la empresa estatal, a diferencia de la privada, le pertenece al país, y que los 30 millones de peruanos son sus accionistas, “aunque muchas veces nuestros políticos y autoridades crean que son sus chacras, y no lo son”.

“Igual, la empresa privada tampoco es chacra de nadie; el gerente de una empresa privada se debe a sus accionistas, trabajadores, comunidades y autoridades, puntualizó.