Diversas empresas manufactureras cerraron operaciones en periodo 2012-2017.

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El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Ricardo Márquez, afirmó que entre el 2012 y 2017 la industria manufacturera peruana perdió 75 mil puestos de trabajo, de los cuales 15 mil corresponden a empleos formales, debido al cierre de empresas industriales, el traslado de la planta de producción a otro país o porque dejaron de fabricar y ahora se dedican a comercializar productos importados.

Márquez destacó que en el quinquenio 2012-2017 entre las empresas que cerraron sus operaciones están: Soldaduras Andinas, Sociedad Industrial de Artículos de Metal SIAM, Western Cotton, Textil Santa Anita, Textiles del Sur, Fijesa y Compañía Industrial Atlantic. Asimismo, otras compañías trasladaron sus operaciones productivas a otro país, como Procter & Gamble, quien mudó su planta de detergentes a Colombia; Coats Cadena, que se movió a Colombia e Indurama, que cerró su planta industrial y regresó a Ecuador.

El titular del gremio industrial agregó que datos anualizados a setiembre de 2018 muestran que el número de trabajadores informales se incrementó en 370 mil a nivel nacional, alcanzando la cifra récord de 12 millones 196 mil trabajadores sin beneficios sociales.  “El mayor deterioro en la calidad del empleo experimentado en el área urbana en el último año no tiene distinción alguna de género, edad, nivel educativo y afecta a todas las actividades económicas”, señaló.

Explicó que según el estudio “Instituciones para la Productividad”, elaborado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) en octubre de 2018, las distorsiones en la economía peruana que afectan a la productividad y competitividad le restan 7% al PBI. “Por ello, en esta delicada coyuntura socioeconómica de pérdida de empleos en la manufactura, eliminar instrumentos que tratan de reducir los obstáculos para competir, como el drawback, afectaría directamente a la industria peruana, la cual es fuente de innovación, conocimiento, generadora de productos de valor agregado y gran promotor de empleo formal”, destacó Márquez.

Al hacer hincapié del documento en mención -el empresario- destacó que, según la CAF, también considera que la industria es el sector económico que menos trabajadores asalariados informales tienen en sus fábricas e instalaciones productivas en comparación con la agricultura, comercio, turismo y otros.

¿Por qué sucede esta situación?, se preguntó Márquez, y la respuesta es que para el mercado interno las empresas industriales medianas y grandes tiene mucho personal, acción similar ocurre con los grandes centros industriales de exportación.

De otro lado, agregó que en el Perú, en el marco de un política de Estado promotora de la exportación y la formalidad, como sucedía hasta noviembre del 2012, debería darse todas las facilidades a aquellas empresas que proveen insumos, servicios y tercerizan procesos a empresas exportadoras, lo que se presenta especialmente en los sectores de confecciones, calzado, metalmecánica y otras actividades de la industria ligera, que son grandes generadores de empleo masivo formal y que actualmente por interpretaciones de las autoridades del Ministerio de Trabajo los excluye de la Ley de Exportación no Tradicional, no lo pueden hacer y por ello se han visto obligadas a volcarse a la informalidad.  Es decir, es el mismo Estado por su actitud el que genera la informalidad.

En los próximos años nuestras ciudades van a seguir creciendo debido a un aumento de la migración del interior a la capital, por esta situación, es importante generar empleo en las ciudades, mirando precisamente el ejemplo de la China en los últimos años, que ha logrado ser una potencia mundial propiciando la creación de manufacturas, contrario a lo que sucede en el Perú.

Según información de Bloomberg Business Week 2019, en los próximos años Estados Unidos seguirá liderando el crecimiento económico mundial con 21.5 trillones de dólares, más que los 14.2 trillones de dólares de China.

Ante esta situación, el empresario mencionó que los exportadores nacionales tienen que aprovechar esta situación dado que Estados Unidos es el socio comercial más antiguo y con un volumen de mercado importante.

Es por ello que la SNI y las OCEX de Latinoamérica han unido esfuerzos para apoyar las exportaciones del sector metalmecánica, acción similar debería hacerse con las OCEX de Norteamérica a fin de priorizar las exportaciones calzado, textiles-confecciones, y de servicios, especialmente en sectores como el software y otros servicios. “Las OCEX deben entender que la industria de agroexportación es una industria madura, gracias al esfuerzo del sector privado, motivo por el cual es momento de contemplar la promoción de otras áreas productivas que tienen volúmenes de exportación muy incipientes y allí deben redoblar esfuerzos para abrir nuevos mercados. Por ejemplo, el próximo año, las exportaciones de confecciones y textiles deberían recuperar los US$ 1,000 millones que se perdieron en los últimos cinco años”, precisó Márquez.

Por estas razones, es importante mencionar que la ley de promoción agraria que promueve la agroexportación ha sido un factor determinante para su crecimiento, del mismo modo, los pocos mecanismos promotores de la exportación no tradicional deben mantenerse, por esta razón también nos preocupa que el Drawback sea eliminado o reducido, dado que la falta de productividad no está mayormente de la puerta de la fábrica hacia dentro, sino al revés y todos los gremios y el Estado sabemos eso.

Después de ocho años de haber firmado el TLC con la China, el año pasado hemos exportado a ese país US $ 11, 627 millones principalmente en minerales, mientras que en exportaciones no tradicionales en el mismo período de análisis se ha exportado US$ 403 millones.

Necesitamos resultados inmediatos para el desarrollo económico de las ciudades, eso lo podemos conseguir con sectores que tienen ocupación de máquinas y tecnologías ociosas, así como en rubros donde la inversión es mínima y depende de la capacitación sobre impulso tecnológico a los universitarios peruanos,  por ello debemos desarrollar las exportaciones de servicios en lo que se refiere a software, programas de ingeniería y arquitectura.

Actualmente existe una limitada exportación en el rubro de tecnología, y para eso se requiere  reducir el Impuesto a la Renta a 15% de estos sectores tecnológicos, como existe en otros países como Irlanda.

De otro lado, la implementación de Zonas Económicas Industriales y Tecnológicas debe ser una realidad al corto plazo, ya que la instalación de estos instrumentos de política industrial, se convierten en mecanismos de atracción de inversión privada y de generación de empleo.

Finalmente Márquez mencionó que el gremio que representa apoya el anuncio del Gobierno para mejorar la legislación laboral para que ésta se encuentre más acorde con todos los competidores del mundo. No hay que olvidar que el 80% de la inversión privada es nacional y el destino de los empleos en el Perú sólo podrá crecer por mayor inversión del sector privado.