Foto: Servindi

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Servindi, 18 de enero, 2015.- La Plataforma Chile Mejor sin TPP, conformada por más de una centena de organizaciones sociales, así como ciudadanos independientes y cinco parlamentarios, rechazaron la firma del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés) por que su aplicación es considerada una vulneración de “los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales”.

La citada articulación suscribió una declaración en el que indican que el Estado chileno “viola sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos”, porque las reglas comerciales y de inversiones que propone el TPP “limitan la soberanía”.

Señalan que la negociación vulneró “todo proceso democrático para la toma de decisiones”, puesto que se dio sin “consulta ciudadana ni del parlamento”. Tampoco se efectuó el “proceso de consulta a los pueblos indígenas, según lo obliga el Convenio 169 de la OIT”.

Afirman que la sociedad civil sólo ha conocido tres de los 30 capítulos del tratado, gracias a filtraciones, mientras que a nivel internacional el texto íntegro ha sido accesible al sector empresarial.

El TPP fue suscrito por los ministros comerciales de doce países y se espera la ratificación, sin modificaciones, de los respectivos congresos de la República para el mes de febrero de 2016.

“Ley Monsanto”

Las voces críticas al TPP señalan que su aprobación significaría un atentado contra la soberanía alimentaria puesto que permitiría la “privatización de las semillas” dado que exige a los países que lo suscriben adoptar el Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales 1991 (UPOV 91).

Así lo informó la Plataforma Yo No Quiero Transgénicos en Chile, conformada por un conjunto de organizaciones sociales, ambientalistas y personas independientes quienes iniciaron en octubre de 2015 una campaña para informar y denunciar las implicancias del TPP.

Como se recuerda, el UPOV91 pretendió ser adoptado en Chile con anterioridad mediante la denominada “Ley Monsanto”, que buscaba adecuar las normas chilenas. Sin embargo, la iniciativa no tuvo éxito debido a la presión de organizaciones de la sociedad civil en 2014, año en que fue retirada de las prioridades legislativas.

Pese a ello, gracias a información filtrada a la prensa se sabe que el TPP exige a los países suscribir el controvertido convenio.

La plataforma Yo No Quiero Transgénicos en Chile considera que el UPOV91 “impide el libre intercambio de semillas, pone en riesgo el patrimonio genético y genera condiciones para la expansión de los cultivos transgénicos”.

En efecto, dicho convenio protege los derechos de propiedad intelectual de las empresas que patenten semillas. “(…) una variedad está protegida por un derecho de obtentor, para reproducir o multiplicar la variedad con fines comerciales es necesario disponer de la autorización del obtentor”, indica el convenio.

Por otra parte, las organizaciones sociales indican que en el TPP solo dos frases reconocen “en forma general y no vinculante el dominio público” de las semillas. “No hay garantías tampoco para asegurar que las semillas registradas vuelvan al dominio público y estén disponibles efectivamente una vez terminado el tiempo de registro acordado por la normativa”, aseguran.

Igualmente, indican que el TPP “estimula la biopiratería” y el “desconocimiento de la obligación legal de consultar a los pueblos indígenas sobre estas materias, de acuerdo a lo establecido en el Convenio 169.”

Esto porque el capítulo referido a la propiedad intelectual incluye párrafos sobre el conocimiento tradicional ancestral y exige cooperación para “capacitar en la entrega de patentes relacionadas con conocimiento tradicional asociado a semillas”, para lo cual Chile no cuenta con legislación, explicaron.

Frente ello han definido una posición de “rechazo absoluto a las patentes a plantas las cuales son un patrimonio de los pueblos campesinos e indígenas al servicio de la humanidad, según la definición de Vía Campesina”, señalaron.

Emplazan a congresistas

Alertados por la inminente aprobación del TPP, las organizaciones sociales han emprendido una campaña para emplazar a los parlamentarios a que manifiesten si votarán o no por su aprobación.

En el marco de esta iniciativa, el pasado 31 de diciembre, las organizaciones de la región de La Araucanía enviaron una misiva a los parlamentarios de su región en la cual les dieron un plazo de 10 días para que manifiesten su postura frente al acuerdo comercial.

Cinco días después, el diputado Fuad Chahin señaló que votará en contra del TPP. Él se suma a otros legisladores como Gabriel Boric Font, Giorgio Jackson Drago, Alejandro Navarro Brain, Gaspar Rivas Sánchez, Camila Vallejo Dowling, entre otros, que ya definieron la misma posición.

Con el fin de emplazar a más parlamentarios, la plataforma contra el TPP está difundiendo por las redes sociales pequeñas cartas con información puntual sobre los cuestionamientos al tratado, para que la ciudadanía pueda remitirlas a los congresistas a fin de que definan su posición.

Asimismo, está a disposición la información de contacto de los parlamentarios y un portal que enlista a quienes han afirmado su apoyo o rechazo al tratado y quienes aún no han definido su posición.

Preparan protestas en Chile y Perú

Las organizaciones sociales críticas al TPP han organizado para el próximo 22 de enero una protesta en Santiago de Chile y en otras regiones del país contra su firma. La convocatoria que fue difundida en las redes sociales indica que las movilizaiones serán continuas hasta que el Congreso rechace el tratado.

La movilización en Chile será simultánea a una protesta en las calles de Lima, en Perú, contra la firma del mismo tratado.

Se trata de la tercera movilización que se llevará a cabo en la capital por diversos colectivos ciudadanos. La anterior movilización congregó a unas 300 personas por las calles de Lima, quienes marcharon por varios distritos informando a la ciudadanía sobre el cuestionado tratado.

Foto: Servindi

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Fuente: SERVINDI