Foto: Andina

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La mejor herramienta que posee el Perú para combatir el cambio climático y la deforestación son las Áreas Naturales Protegidas (ANP), resaltó Pedro Solano, director ejecutivo de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA).

Sostuvo que la deforestación y el cambio de uso del suelo son los principales factores de degradación ambiental en el Perú y la mayor contribución de nuestro país al calentamiento global.
De acuerdo a la Estrategia Nacional de Bosques y Cambio Climático, el 35 por ciento de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero están asociadas a la deforestación.
Afirmó que el Perú se ha comprometido a que en 2021 la tasa de deforestación sobre 54 millones de hectáreas de bosque primario sea de 0 por ciento. “La creación y adecuada gestión de Áreas Naturales Protegidas es la fórmula más eficaz para alcanzar la meta”, subrayó.
La Estrategia Nacional de Bosques y Cambio Climático, señala que solo el 3 por ciento de la deforestación ocurrida en el período 2000-2013 se dio en Áreas Naturales Protegidas.  Es decir, estas áreas permiten  controlar y evitar el avance de la deforestación en la Amazonía, y reducir la emisión de carbono como resultado de actividades económicas alternativas y sostenibles.
“En este escenario resulta indispensable generar mecanismos que permitan gestionar y aprovechar las áreas naturales protegidas de la mejor manera. Este esfuerzo debe involucrar al Estado principalmente, pero también a las empresas privadas, a la sociedad civil y a la cooperación internacional”, aseveró.
Asegurando el futuro
Solano resaltó la reciente aprobación de la iniciativa “Asegurando el Futuro de las Áreas Naturales Protegidas del Perú. Parques Nacionales: Patrimonio del Perú”, una iniciativa que nace de la alianza entre distintas organizaciones de la sociedad civil, la cooperación internacional y el gobierno para recaudar los fondos necesarios que permitan garantizar la conservación de la diversidad biológica, el fortalecimiento institucional, la inclusión social de las poblaciones y la sostenibilidad financiera del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sinanpe) en el largo plazo. Se espera que una primera etapa recaude 150 millones de dólares provenientes de cooperación extranjera y donantes.
La iniciativa busca realizar una recaudación extraordinaria para que las ANP sean gestionadas de manera eficiente y en un plazo no mayor a 20 años tengan sostenibilidad financiera asegurada. Esto se logrará a través del turismo, pago por servicios ambientales y otros mecanismos.
En una primera etapa se espera que esta iniciativa recaude un monto aproximado de 150 millones de dólares proveniente de la cooperación y donantes.
“Esperamos que esta iniciativa sea adecuadamente difundida entre las empresas privadas, ya que incluye implementación de incentivos que permitan orientar cada vez mayores recursos privados hacia la conservación. Es una iniciativa muy interesante y un modelo de gestión que ya se viene aplicando en Brasil y Costa Rica”, recalcó.
ANP en el Perú
El 57,3 por ciento del territorio nacional tiene cobertura boscosa. Son 73,6 millones de hectáreas de las cuales el 94 por ciento (69,3 millones de hectáreas) se encuentran en la selva.
 
Las regiones del Perú con mayor porcentaje de su territorio bajo alguna categoría de ANP son Madre de Dios (45%), Tumbes (33%) y Pasco (27%). Las que tienen menor porcentaje son Apurímac y Ayacucho, con 0.2% cada una, y Moquegua, con 0.7%.
La mayor extensión de ANP se encuentran en las regiones de Loreto (6,7 millones de hectáreas), Madre de Dios (3,8 millones de hectáreas) y Ucayali, 2,2 millones de hectáreas). La menor extensión se ubica en Moquegua, Ayacucho y Apurímac, con 11,196, 8,784 y 4,254 hectáreas, respectivamente.
(Fuente: Andina)