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Hace siete años Donna Lubrano trabajaba como entrenadora personal. Hoy da cursos de negocios en la Universidad Northeastern de Massachusetts, en Estados Unidos. Pero un cambio de carrera tan radical no fue fácil.

No era la primera vez que daba un giro profesional. A Lubrano, de 59 años, siempre le ha gustado el entrenamiento físico, y después de aburrirse de su trabajo de escritorio en una agencia de bienes raíces, decidió sacar un certificado para dar clases en su gimnasio local.

Pero también tenía una maestría en negocios internacionales, así que sabía que no trabajaría para siempre como entrenadora personal. “Llega un momento en la vida en que hay que avanzar”, dice.

Sabía que quería dedicarse a la enseñanza, pero que podría tomarle varios años alcanzar ese objetivo, así que comenzó con lo que sabía: desarrollando seminarios para entrenadores personales del sector de salud y bienestar, mercadeo y ventas.

Entonces Lubrano utilizó su experiencia en enseñanza para lograr que la contrataran en entrenamiento corporativo. Tuvo que aprender cosas nuevas, pero su experiencia como entrenadora personal le había dado las habilidades relevantes, tales como cómo desarrollar un currículo y cómo trabajar con clientes.

También aceptó un salario menor y tuvo que ir armando una buena reputación, pero la estrategia funcionó. Eventualmente logró su primer trabajo como profesora en una pequeña universidad local, y después de adquirir suficiente experiencia llegó a su posición actual.

Desear un cambio de rumbo profesional es bastante común. El 48% de los trabajadores en Estados Unidos dicen estar listos para ello, de acuerdo con una encuesta de la firma consultora Lee Hecht Harrison, y otro 13% dice estar casi listo.

En Reino Unido, el 47% de los profesionales dijeron sentirse de la misma manera, según un informe de la London School of Economics and Finance.

Pero dar pasos hacia un cambio significativo en tu carrera puede ser abrumador.

“Uno de los errores que comete la gente cuando comienzan en un nuevo oficio es pensar que simplemente pueden empezar y ya”, dice Nic Paton, autor de un libro en la materia.

“Cambiar de profesión no es fácil. Es mucho más fácil no hacerlo. Es un esfuerzo duro y es una apuesta”. Así que si estás buscando la manera de renovarte profesionalmente, aquí tienes un plan a cinco años.

CINCO AÑOS ANTES

Con frecuencia sabes qué no quieres hacer pero no tienes claro qué paso dar a continuación. Así que, inicialmente, trata de concentrarte en aquello que más te gusta hacer y en qué clase de ambiente te va mejor, dice Phyllis Mufson, asesor profesional en Florida.

“Algunas personas están dispuestas a invertir para entrenarse en algo completamente nuevo, y para otras esa no es una opción”, dice Mufson.

“¿Cuánto dinero tienes que ganar? Considera asuntos aspiracionales como cuáles son tus intereses y lo que te apasiona, pero también ten en cuenta cuáles son las limitaciones prácticas dentro de las cuales tienes que moverte”.

Si tienes familia, se verán afectados por tus decisiones, así que discute tus planes con ellos. “La mayoría de los cambios de carrera causan alteraciones y una reducción en el ingreso. Con suerte sólo será temporalmente, pero quizás de manera permanente”, advierte Paton.

A continuación, haz un mapa de los siguientes pasos a tomar. ¿Ahorrarás para compensar por los primeros años de menor salario en tu nuevo campo? ¿Necesitarás más educación formal? ¿Y cuándo es probable que encuentres otro trabajo?

Hacer un cronograma pone el proceso en movimiento, porque estableces metas concretas. “Nueve de cada diez veces, no es tan importante cuándo empiezas, sino simplemente empezar”, dice Paton.

CUATRO AÑOS ANTES

Una vez que hayas identificado la nueva profesión o industria a la que te quieres dedicar, asegúrate de que es la indicada para ti. Identifica a personas que trabajen en ese campo y pídeles información.

¿No sabes dónde encontrarlas? “Busca en LinkedIn a personas que estén haciendo exactamente el mismo trabajo que deseas en la compañía que quieres, y pregúntales si estarían dispuestos a hablarte sobre lo que hacen”, dice Abby Kohut, una experta en desarrollo profesional.

Pídeles que te den su opinión sobre tu currículo: ¿qué te falta? ¿En qué debes prepararte? ¿Y cuáles características personales se necesitan para tener éxito?
“Así comienzas a crear una red en tu nueva área. También pide que te den referencias de otras personas con las que sería interesante conversar”, añade Mufson.

DOS A TRES AÑOS ANTES

Ahora es el momento de adquirir las habilidades y experiencia que necesitas para asumir el papel que quieres. Puede tratarse de educación formal, tal como la que se requiere para trabajar como enfermero o fisioterapeuta, o una serie menos estructurada de clases o un programa de certificación.

Es posible que este proceso sea corto o que tome cinco o más años. Pero si tienes un empleo a tiempo completo y una familia, y tu nuevo rol requiere de educación formal, esta etapa requerirá de un poco de planificación financiera.

Antes de tirarte de cabeza en un curso universitario, calcula el costo, incluidos los intereses si vas a necesitar un préstamo para financiar tus estudios y la pérdida de ingresos si te dedicas a ello tiempo completo. Compara esta suma con el ingreso probable que alcanzarás en tu nuevo campo.

Confirma si necesitas credenciales académicas para llevar a cabo tu plan. “Es posible que logres que te contraten y adquieras los conocimientos y habilidades que necesitas de otra manera”, dice Mufson.

“Fíjate en qué otros trabajos en el campo no requieren de mucha educación formal para emplearte en algo que vas a disfrutar”.

Es posible que puedas obtener la educación que necesitas vía internet, aunque para muchos empleadores estas credenciales no son ideales.
“Pero si es la única manera, simplemente hazlo”, dice Kohut.

O ponte creativo. “Un cliente quería convertirse en ingeniero de software pero no tenía dinero para tomar clases”, cuenta Mufson. “Encontró un trabajo como recepcionista en una compañía de computación con beneficios educativos liberales, que terminó pagando sus estudios”.

También es buen momento ir a conferencias relacionadas con tu nueva profesión y conocer a nuevos empleadores. “Deben ver que vas en serio y que estás trabajando por ello”, dice Kohut.

Es posible que tengas que dar temporalmente un paso atrás para lograr lo que te propones. Eso fue lo que le funcionó a May Tran, a quien le tomó tres años cambiar de un trabajo en finanzas a otro en mercadeo digital. “Para lograr el cambio tomé trabajos de principiante en mercadeo, empecé por abajo”, señala Tran, de 34 años y quien vive en Dubai.

UN AÑO ANTES

Es momento de buscar trabajo, lo cual puede tomar tiempo.

“Me llevó un año encontrar trabajo como profesora”, señala Lubrano. “Fue difícil, porque tenía que hacerles ver todo lo que había hecho y cómo iba a transferir mi experiencia al aula de clases”.

¿Cómo vas a presentar a tu nuevo yo? Comienza por repensar tu currículo y tu presencia online, en sitios como LinkedIn y webs profesionales. “Lo que vas a hacer es presentar partes de tu experiencia que todavía sirven para el nuevo rumbo que escogiste”, señala Mufson.

Lo mismo aplica para las entrevistas. “¿Cuáles son los aspectos de tu personalidad que funcionan con tu nueva carrera?”, pregunta Mufson. “¿Qué aprendiste en las clases que tomaste? Practica tus respuestas a preguntas comunes y encuentra historias que ilustren el tipo de problemas que puedes resolver”.

Hagas lo que hagas, no entres al proceso pensando que tus logros pasados te van a dar la oficina con la mejor vista a la calle. “Mucha gente piensa que porque ha sido exitosa en otra carrera el mundo les debe una nueva”, dice Kohut.

Sin embargo, si le pones suficiente dedicación es posible dar un giro de 180 grados.
Pregúntale a Stephanie David, de 35 años, quien dejó una carrera como empleado público en Washington para lanzar PopNod, un sitio social de compras en internet.

“Mi experiencia de 11 años en estrategia corporativa, desarrollo empresarial y ventas se aplicaba directamente a crear mi propio negocio”, afirma David. “Nunca subestimes las habilidades que ya tienes y el poder de la pasión”.

Fuente: El Comercio