Llamaradas en una zona de pozos de petróleo y gas natural, en Dakota del Norte, Estados Unidos. (Foto: Jeff Peischl, Cires, Noaa)

Más de US$ 7,000 millones en valor de mercado han desaparecido en lo que va del año para los ocho mayores productores de gas de Estados Unidos, que tampoco inyectan cantidades significativas de crudo, según cálculos de Bloomberg.

Los productores de gas natural que la semana pasada disfrutaban del mejor entorno de precios en casi un cuarto de siglo ahora están siendo aplastados.

Un rally en enero en los futuros del gas de Estados Unidos que estaba en camino de convertirse en el mejor para esa época del año desde 1994 se desvaneció en los dos últimos días del mes debido a que las proyecciones de un invierno moderado causaron pesimismo sobre las perspectivas de la demanda.

No obstante, los inversores ya habían comenzado a deshacerse de las acciones de gas, asustados por el espectro de un exceso de oferta a finales de este año.

Más de US$ 7,000 millones en valor de mercado han desaparecido en lo que va del año para los ocho mayores productores de gas de Estados Unidos, que tampoco inyectan cantidades significativas de crudo, según cálculos de Bloomberg.

Entre los más afectados se encuentran Southwestern Energy Co., Gulfport Energy Corp. y Range Resources Corp., con pérdidas de 30%, 27% y 22%, respectivamente, desde finales del 2017.

En cuestión de meses, se espera que la creciente producción en los pozos de gas de Pensilvania choque de frente contra los crecientes volúmenes de combustible proveniente de los campos del oeste de Texas, donde es un subproducto de la producción de petróleo.

Los envíos del combustible a México y otros mercados extranjeros no están creciendo lo suficientemente rápido como para absorber la explosiva producción de los campos de shale como Marcellus, Eagle Ford y Pérmico.

La zona cero para el choque de suministros en competencia será la costa estadounidense del golfo de México, donde se ubica el primer puerto de exportación de gas del país, así como los gasoductos en tierra que transportan gas a través del Río Bravo para llevarlo a los compradores mexicanos.

Las empresas que aumentaron la producción anticipándose a una subida de los precios impulsada por la demanda a lo largo del Golfo pueden enfrentarse a una realidad completamente diferente.

Mercados en evolución
“Esos mercados premium dejan de convertirse en mercados premium a medida que más gas comienza a fluir allí”, dijo Scott Hanold, analista de energía de RBC Capital Markets LLC en Minneapolis, en una conversación telefónica. “Esa es solo la evolución natural de cómo funcionan las cosas”.

Los representantes de Range y Gulfport no estuvieron disponibles de inmediato. Una portavoz de Southwestern no pudo realizar comentarios de inmediato.

Durante años, las empresas de perforación en el noreste de Estados Unidos estuvieron limitadas y sin poder acceder completamente a los centros de población y puntos de exportación debido a la capacidad insuficiente de los ductos.

Ante la proyección de que la demanda de combustible para calefacción y centrales eléctricas casi se duplicará para el 2020 en algunas partes de la costa del Golfo, los operadores de gasoductos están construyendo frenéticamente nuevas líneas para conectar el campo de shale Marcellus en Appalachia con mercados más ricos.

Pero el momento no podría ser peor: tan pronto como gran parte del gas de Pensilvania llegue a Luisiana y Texas, estará compitiendo con grandes volúmenes del combustible bombeado desde el oeste de Texas y la lucha por participación de mercado probablemente presionará a la baja los precios.

Temporada de construcción
Este año se agregarán más de 9,000 millones de pies cúbicos por día de ductos en el noreste, y la mayor parte enviará el gas hacia el sur, dijo David Deckelbaum, analista de KeyBanc Capital Markets Inc. en Nueva York.

Eso representa una adición de casi 35% desde finales del año pasado, según datos de Bloomberg New Energy Finance.

En respuesta a la construcción, las empresas de perforación en la región aumentaron la producción a 26,000 millones de pies cúbicos por día en noviembre, un aumento de 15% con respecto al año anterior, según la Administración de Información sobre Energía.

Pero al mismo tiempo, la cantidad de gas producido en Texas se elevó, y alcanzó 23,000 millones de pies cúbicos por día, un aumento de 6.7% respecto al año anterior.

Todo esto sigue los pasos del aumento de los precios del petróleo, lo que hace que los productores bombeen la mayor cantidad posible para maximizar las ganancias.

Pero el problema es que los pozos del Pérmico no solo producen petróleo. De hecho, en promedio, un tercio de la producción de un pozo típico en esa región es gas, según RS Energy Group.

Fuente: Bloomberg