Basilio Vargas with mask in mine

La silicosis es una enfermedad del pulmón producida por la permanente aspiración de polvo de sílice libre cristalizada. Produce alteraciones fibrosas en los pulmones, disminuyendo la capacidad respiratoria porque el pulmón pierde elasticidad. Los alvéolos pulmonares se endurecen al ser reemplazados por callosidades fibróticas y el enfermo se hace más vulnerable a la tuberculosis.

La silicosis es una enfermedad irreversible: quien la contrae no tiene posibilidad de sanar.Sólo es posible detener su avance cuando se detecta temprano. En la etapa inicial no hay síntoma, sólo en forma avanzada la persona se cansa fácilmente de cualquier esfuerzo. No hay dolor ni otras manifestaciones específicas. Se diagnostica a través de exámenes radiológicos.

¿Qué es la sílice?
Es uno de los elementos más abundantes en la corteza terrestre. Está presente en casi todos los yacimientos minerales (cobre, hierro, carbón, etc.) y en muchas industrias como fundiciones, cerámica, fábrica de vidrios, ladrillos refractarios, limpiado abrasivo, etc.

El principal agente productor de la silicosis es la sílice libre cristalizada que aparece en mayor o menor cantidad en menas y rocas. Su concentración es mayor en trabajos de perforación, carguío de minerales, corrida de buitras, molienda en chancadoras y otros. Debido a que estos procesos generan gran cantidad de polvo en la que se encuentra este elemento nocivo para la salud.

El tiempo que se necesita para contraer la silicosis depende de varios factores como:

1. Cantidad de sílice libre cristalizado que contiene las menas y rocas.
2. Cantidad de polvo en el ambiente de trabajo.
3. Tamaño de las partículas del polvo de sílice.
4. Tiempo de permanencia en el ambiente contaminado.
5. Vulnerabilidad del trabajador.

Por la naturaleza de los trabajos de la minería existe el riesgo que todo hombre que entra a la mina comience a respirar el elemento que provoca la silicosis a menos que se adopten medidas preventivas necesarias para evitarlo.

Cantidad de sílice en las menas y rocas
Mientras más alto el porcentaje de sílice libre en las menas y rocas, más riesgo de contraer la silicosis.

Si se extraen minerales que contengan cuarzo, habrá abundante polvo de sílice y, si no se adoptan medidas de protección, lo más probable es que al poco tiempo el trabajador enferme de silicosis. En cambio, cuando la faena se cumple en un mineral calizo, de carbón o azufre que no contiene cuarzo, el peligro de contraer esta enfermedad es mucho menos. Sin embargo, para extraer estos minerales es indispensable romper la roca que los rodea, la cual contiene sílice, existe también el riesgo de contraer la enfermedad.

Casi todas las rocas contienen sílice. Las menas también, en mayor o menor cantidad. Hasta la arena, que parece tan insignificante e inocente, contiene este peligroso elemento.

Tamaño de las partículas
En las faenas industriales y mineras el aire no es puro. La mayoría de las veces contiene polvo en suspensión. A veces es visible. Otras, la persona no lo nota, pero sus bronquios y todo el sistema respiratorio interno lo perciben.

Las partículas grandes y pequeñas se respiran conjuntamente. Las grandes chocan contra las defensas naturales del cuerpos y se expulsan al toser o en las mucosidades. Pero, las más pequeñas, se quedan en el pulmón y van acumulándose sin causar molestias inmediatas, iniciando el proceso que llevará a la silicosis. Son partículas muy pequeñas que poco a poco dañan irremediablemente los saquitos que bombean el oxígeno del aire de los alvéolos, asfixiando nuestro organismo (ahogos, tos), provocando molestias cuando la enfermedad ya es grave.

Tiempo de Exposición
Desde el momento en que el trabajador comienza a respirar polvo de sílice libre, se inicia el peligro de contraer silicosis, que no es sino la gradual destrucción del pulmón.

Un minero que trabaja en un pique o socavón durante 8 horas diarias no puede defenderse de la contaminación del polvo que aspira, salvo que use elementos de protección personal respiratoria apropiados.

Tan expuesto como el minero, está el trabajador de una cantera al aire libre, porque el aire se encierra entre los bancos concentrándose cada vez más, y porque el tránsito de vehículos y las corrientes de aire levantan el polvillo del sílice. El tiempo que el trabajador está expuesto al riesgo es determinante, mientras más horas respire en ambientes contaminados, más probabilidades tiene de enfermarse.

Consecuencias de la Silicosis
Muchos de los trabajadores expuestos al riesgo de contraer silicosis no han tenido oportunidades de conocer lo que es esta enfermedad, cómo se contrae y cuáles son las consecuencias que trae consigo. Otros, en cambio, la conocen, se creen tan fuertes como para no ser afectados por ella.

La verdad es que nadie es inmune a la silicosis. Unos resisten más y otros menos, pero expuestos al riesgo durante un cierto tiempo, la contraerán si no adoptan las medidas preventivas pertinentes.

Por otra parte, la silicosis no sólo daña físicamente al trabajador, sino que también afecta a su grupo familiar, a la comunidad y al país.

Si un trabajador contrae la enfermedad, estará obligado a abandonar su trabajo especializado y desempeñarse en otro oficio, donde no exista el elemento contaminante.

Medidas de precaución ante una enfermedad pulmonarCómo prevenir
La aplicación de las medidas adecuadas de control de polvo en las faenas mineras permite al trabajador prevenir la enfermedad y terminar sin preocupaciones de salud su vida laboral. Afortunadamente, existen algunos medios efectivos para evitar la enfermedad, como son:

– Nunca perforar sin aplicación de agua, sea de tipo manual o mecanizada, subterránea o en supericie.
– No permitir que el mineral caiga desde gran altura en los traspasos de un nivel a otro, manteniendo los piques llenos, evitando la generación excesiva de polvo.
– Planificar los disparos de modo de evitar la exposición de gran parte del personal, tanto al polvo como a los gases del explosivo.
– Regar siempre la marina después de efectuado el disparo mediante el uso de agua en forma de neblina.
– En todos los procesos de extracción de las menas, carguío, transporte, traspaso, chancado, etc. Se adoptarán métodos de ingeniería que controlen la generación de polvo.

Ventilación
Es posible captar el polvo, especialmente en los puntos donde se genera, por medio de encerramiento, succionándolo con un extractor. Dicho polvo es conducido a través de ductos especiales hacia filtros de mangas. En otros casos el polvo es llevado hasta ciclones, para su captación.

Debe procurarse que el polvo no tienda a concentrarse en la atmósfera, impidiendo que el aire produzca levantamiento del mismo, por corrientes poderosas como son los chorros de aire comprimido.

La ventilación es primordial en cualquier desarrollo minero, no sólo como medio de resguardar la salud de los trabajadores, sino porque contribuye a mejorar la producción, evitando zonas calurosas. Mientras mejor sea la condición de ventilación, mayores progresos se podrán obtener.

Humectación
Además de la ventilación, debe usarse profusamente el agua en todas las operaciones de la mina. No se debe permitir la perforación en seco. Si ello no es aplicable, como en el caso de sondajes especiales, se utilizarán sistemas de captación de polvo o mangas para extraerlo, desde el lugar de trabajo hasta el exterior.

Es así como en los chutes, en la descarga del mineral y en los piques, se deberá usar agua. Para lograr el efecto deseado, se procurará que el agua se entregue en forma de neblina, por medio de boquillas especiales que humedecen el mineral sin provocar embancaduras por exceso de agua y que permiten el escurrimiento permanente del mineral.

También se acostumbra mantener húmedas las galería, especialmente donde se efectuarán disparos. Es conveniente humedecer el mineral cada vez que pasa por un chancador, debido a que las nuevas caras secas de mineral producen nuevamente gran cantidad de polvo. En las canteras deben mantenerse húmedos todos los accesos especialmente aquellos por donde se desplazan los vehículos.

Respirador
A pesar de todas las medidas anteriores, el minero en todo momento deberá tener su propia defensa usando continuamente el respirador que lo mantendrá protegido.

Cuando el respirador se usa correctamente evita que el polvo ingrese a sus pulmones debido a que el filtro especial que posee no permite el paso de las partículas dañinas.

Un pañuelo o una esponja húmeda no son elementos que reemplacen el respirador. Estos elementos sólo sirven para engañarse a sí mismo, dando una falsa sensación de seguridad. El polvo respirable es tan fino que pasa por las mallas de la tela. El respirador es tan necesario como el casco y los zapatos de seguridad. Las precausiones con el respirador son las siguientes:

1. Mantenerlo en buenas condiciones
2. Compruebe que se ajuste perfectamente a la cara
3. Que las válvulas funcionen bien
4. Que el tipo de respirador sea el adecuado
5. Cambie el filtro cuando esté colmado y asegúrese al cambiarlo que esté bien colocado, sin arrugas que permitan el paso de aire sucio.

 

Artículo publicado en la revista Seguridad Minera n° 102. Extraído del Manual de la Asociación Chilena de Seguridad.