El ingeniero Fausto Zavaleta Cruzado recibió de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) un merecido homenaje. No es el primero ni será el último pero fue muy simbólico: desde aquel momento, su Alma Mater -la Universidad Nacional de Ingeniería UNI- lugar donde dejó sus enseñanzas, abrigará un busto para perennizar al ingeniero y maestro a pocos meses de su sensible partida.

Su vida estuvo marcada por sus profesiones de educador e ingeniero de minas. Una combinación que le permitió sembrar amigos, abrir minas, generar riqueza, proponer ideas para unir a los ingenieros en el desarrollo y poner interés personal en cada emprendimiento bajo su responsabilidad.

En la ceremonia sus amigos y discípulos, alumnos, ex alumnos y autoridades de la UNI recordaron anécdotas como cuando llegaba a pueblos altoandinos muy olvidados, él ya era reconocido y recibido con cariño por los lugareños. Sus testimonios tuvieron en común que el ingeniero Zavaleta Cruzado le dio a la amistad y a la solidaridad lugares muy importantes en su vida.

El decano de la FIGMM, Edwilde Yoplac, Juan Zuta, Oliverio Muñoz, Luis Gonzáles, Tulio Antezano, Luis Alva, André Gauthier, Carmen Matos y Jorge Ardila, estuvieron presentes en la larga lista de asistentes.