Túneles que unirán SJL y Rímac estarán excavados al 100% en agosto

Después de cuatro años, uno de los dos túneles que interconectará el distrito del Rímac con San Juan de Lurigancho, en 20 minutos, vio la luz. Se trata del paso subterráneo Santa Rosa, que tras superar una serie de derrumbes logró ser perforado al 100%.

La obra vial en conjunto, que comprende la ejecución de dos viaductos, de dos carriles cada uno, presenta a la fecha un avance al 50%, señaló a La República el gerente de proyectos de la Empresa Municipal de Peajes de Lima (Emape), José Justiniano.

“Hemos trabajado las 24 horas del día y en estos seis meses se logró remover el material derrumbado y atravesar los 30 metros de distancia que separaban a estos dos distritos”, detalla el funcionario, añadiendo que “lo que ahora le falta al túnel Santa Rosa es ser revestido con concreto para que la bóveda quede lista”.

Mientras eso sucede, el  Consorcio de Túneles Viales (CTV), empresa a cargo del proyecto, deberá terminar de perforar el túnel colindante, San Martín, al que le quedan ocho metros de longitud. Este trabajo, estima Justiniano, deberá culminarse el 15 de agosto y la obra en su totalidad el 31 de diciembre, como se anunció hace unos meses.

Como se recuerda, la construcción de esta obra que agilizará el tráfico limeño y otorgará una nueva vía de ingreso y salida al distrito más populoso de la capital inició en la segunda gestión de Luis Castañeda Lossio en el 2010. Sin embargo, fue suspendida luego de que al menos tres derrumbes afectaran el interior y exterior de los túneles en diferentes fechas.

Durante los más de tres años que permaneció paralizada la obra, la empresa Graña y Montero (GyM) elaboró un nuevo expediente técnico que demandó, entre otras cosas, el reforzamiento de los viaductos con concreto armado y arcos de acero.

A la fecha, los taludes del cerro Santa Rosa ya se encuentran estabilizados con pernos de anclaje que evitarán futuros derrumbes externos. En el interior de los túneles se han colocado micropilotes, 29 tubos de acero inyectados de cemento, 34 arcos metálicos y mallas de acero para reforzar las estructuras.

Lo que concierne al sector de Caja de Agua, es decir, por el lado de San Juan de Lurigancho, aún quedan cinco viviendas por expropiar. Sin embargo, no serán retiradas por falta de presupuesto.

“Su permanencia no afectará el funcionamiento del túnel. Se conversó con los ingenieros a cargo y ya se tomaron medidas”, añade Justiniano.

Si bien en un inicio se dijo que por estos túneles solo circularían vehículos particulares, esta idea estaría a punto de cambiar. De acuerdo con el gerente de proyectos de Emape, José Justiniano, Protransporte se encuentra analizando la llegada de los buses azules del corredor Tacna-Garcilaso-Arequipa a San Juan de Lurigancho, utilizando esta vía rápida.

“En estos momentos se estudia la demanda de pasajeros. En las próximas semanas se decidirá si es factible o no ampliar la ruta. La idea es que la línea azul llegue hasta este distrito por la Av. Próceres”, precisa el funcionario.

Para el arquitecto urbanista Carlos Fernández-Dávila Anaya, esta conexión entre Rímac y San Juan de Lurigancho mejorará la movilidad de las personas, como lo viene haciendo la Línea 1 del Metro de Lima. Sin embargo, esta obra no debe privilegiar solo a los vehículos privados.

“No basta con hacer nuevas obras. Está claro que si estas no responden a un concepto de viabilidad y privilegian a su vez al transporte público, no tienen sentido”, refiere.

Es necesario, añade, que  formen parte de un sistema integrado que movilice a pasajeros de forma masiva. “Si solo circulan privados, los túneles se van a rellenar de taxis y toda esa masa de vehículos congestionará la Av. Tacna en Rímac y Próceres en San Juan de Lurigancho”, añade.

Túneles viales. Se trata de los primeros viaductos subterráneos que se construyen en los cerros de la periferia de Lima.