Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

Por Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

Para acercar la industria minera a la población, brindando información útil, actual y veraz, recientemente el Ministerio de Energía y Minas (MEM) lanzó el “Informativo Minero”, boletín digital quincenal. Para demostrar que la minería es inclusiva y generadora de oportunidades, en su primera edición destaca la participación de la mujer, en donde indica que el empleo de este género en el sector aumentó de 9,767 en 2010 a 11,610 en 2016, significando un incremento de 18.8%.

Sin duda, cada vez se observa más ingenieras mineras, geólogas y metalurgistas egresando de diversas casas de estudios. Ahora con cifras más precisas, se sabe que en 2016, del total de empleo femenino en minería, el 49% correspondió a cargos administrativos y el 30.3%, a operaciones generales.

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Esta realidad ratifica que es posible conseguir las metas cuando se persiste, y más aún, cuando hay condiciones para crecer profesionalmente en un país que nació minero como el Perú.

Así también, otro ejemplo de persistencia es la relacionada a la Minera Rio Blanco Copper, la cual ha logrado retomar el diálogo para iniciar el proyecto minero Rio Blanco en Piura. Para ello ha solicitado la reactivación de la mesa de diálogo para aclarar muchas dudas y mitos.

Mientras las empresas buscan despejar dudas sobre el desarrollo de sus futuras operaciones, otros grupos, como los mineros ilegales, contrarrestar la imagen de la minería formal. Por ejemplo, la noticia de que la minería ilegal sigue operando en la zona que forma parte del Santuario del Señor de Qoyllority en Cusco, genera que se propague una imagen equivocada de lo que realmente significa la industria minera para el país.