(Foto: GEC)
Los precios del cobre saltaron a un máximo de nueve años el jueves, ya que los inversores chinos regresaron de una semana de vacaciones, añadiendo impulso a un rally que casi ha duplicado los precios desde el punto álgido de las preocupaciones por el coronavirus en marzo pasado.
El cobre para entrega en marzo subía un 2,1%, hasta los 3,9025 dólares la libra (unos 8,603,58 dólares la tonelada), a la 1 de la tarde en Nueva York, tras un ligero retroceso respecto a la jornada anterior. A primera hora de la sesión, el contrato había alcanzado los 3,931 dólares (8,666,42 dólares), su máximo desde septiembre de 2011.
La reanudación del rally se produjo en medio de volúmenes masivos. A la hora del almuerzo, más de 4.300 millones de libras de cobre, por valor de 17.000 millones de dólares a los precios de hoy, habían cambiado de manos.
Otros metales industriales también saltaron, con el aluminio en su punto más alto desde 2018, el níquel en su punto más fuerte desde 2014, el estaño en su punto más fuerte desde 2012 y el plomo en su punto más alto desde 2019.
Apoyando el repunte está la resurgencia de la demanda en China, el mayor consumidor de metales, las expectativas de una oferta ajustada y una avalancha de inversiones especulativas, con muchos analistas prediciendo una carrera alcista de varios años.
El contrato de cobre de marzo más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái ganó hasta un 4,7%, hasta 62.870 yuanes (9.747,29 dólares) la tonelada, de nuevo un nivel no visto desde septiembre de 2011.
Pero el mercado puede estar moviéndose demasiado rápido, dijeron a Reuters los analistas de Commerzbank.
“No hay nuevos datos que sustenten la pronunciada subida de los precios de los metales, especialmente en las últimas semanas”, dijeron. “Los precios de los metales están siendo impulsados actualmente en gran medida por la especulación, y la subida empieza a parecer excesiva”.
En enero, cuando el cobre ya cotizaba cerca de los máximos de los últimos ocho años, los bancos de Wall Street creían que el repunte podía ir aún más lejos, diciendo a la CNBC que el metal podría alcanzar máximos históricos en la primera mitad de 2022.
Fuente: Reuters