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La importancia de la gestión ambiental alentada por el Estado y con el acogimiento eficiente del sector privado, así como la situación y desarrollo futuro del Complejo Metalúrgico de La Oroya, fueron puntos destacados en las conclusiones que presentó Gonzalo Quijandría, sobre el panel “La Oroya: ¿Existen alternativas para su desarrollo?, durante el III Congreso de Gestión Minera, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Gestión Ambiental
César Ipenza, del ministerio del Ambiente, resaltó la importancia del Sistema Nacional de Gestión Ambiental, cuya finalidad es investigar, supervisar, coordinar e integrar la aplicación de las políticas destinadas a la protección del ambiente.
Dijo que este marco normativo debe ser acompañado adecuadamente por instituciones (públicas y privadas) y autoridades fuertes, en pro de una eficiente gestión ambiental.
Señaló que el sistema de Información es vital para tomar decisiones adecuadas, de la mano de los otros subsistemas, para la consolidación de las políticas ambientales.
Patrick Wieland, del Senace, criticó EIA enciclopédico desarticulado y ajeno a la población, y consideró que este estudio debe tener calidad técnica real, acompañamiento de líneas base y resumen ejecutivos más simplificados.
Añadió la necesidad de alentar un sistema de calidad para las consultoras y promoción de la educación ambiental, que incluye la creación de Comisionado de Atención al Ciudadano.Igualmente, ponderó el certificado ambiental promovido por el gobierno y aprobado por el Congreso, además del trabajo permanente con los pueblos indígenas, asegurando la avanzada social.
La Oroya
La ingeniera Marita Chappuis, con el tema “La Oroya: Mitos y Oportunidad”, abordó la actuación de Doe Run, empresa administradora del complejo y actualmente en liquidación, proceso que ha obtenido un plazo de 2 años para vender el centro metalúrgico.
Chappuis hizo hincapié en que La Oroya padece un atraso tecnológico, por lo que precisa con urgencia la mejor tecnología para así poder operar (en bajo costo y sin cuestionamiento laboral o ambiental).
Afirmó que el problema político afectó negativamente la buena marcha de La Oroya, como ocurrió con Codelco, en Chile, exponiendo a empresas estatales a los vaivenes políticos: “Mientras ganen le quitan dinero y utilidades, pero cuando necesitan presupuesto nunca se los devuelven”.
Jorge Merino, por su parte, sostuvo que la La Oroya puede convertirse en el primer clúster minero industrial del Perú. Y aseguró que existen inversionistas con tecnología para operar económica y ambientalmente de forma viable en el complejo.
De otro lado, Rubén Arratia destacó que Perú puede darle valor agregado al cobre, plomo y zinc; el gran desafío es que el Estado asuma su rol de crear fundiciones con facilidad para la inversión privada y que incentive estas obras, pues contamos con ventajas comparativas sobre otros países, como es el caso de la energía eléctrica de bajo costo.
Aquí las imágenes de algunos paneles que se desarrollaron ayer martes 15 de noviembre.