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Expertos hablan sobre el caso de la ciudad canadiense Sudbury, que en 40 años pasó de ser uno de los lugares más contaminados del mundo a ser un espacio donde la gente pesca.

Los efectos de la contaminación de la naturaleza pueden ser catastróficos. Cielos grises, mares cubiertos de plástico, lagos inhabitables y tierras que ya no pueden producir alimentos son solo algunos ejemplos. Esto nos puede llevar a pensar que estamos condenados a terminar de depredar nuestro mundo. Sin embargo, aún hay esperanza. Científicos de Laurentian University de Canadá, integrantes de una delegación organizada por Core Foundation explicaron el caso de Sudbury, una ciudad canadiense que hasta hace unos 40 años era uno de los lugares más contaminados del planeta y hoy en día es un área que contiene lagos donde la gente incluso pesca.

Core Fundation, una entidad sin fines de lucro, trajo a Perú a investigadores capaces de contribuir a la transformación en lugares como Cerro de Pasco y otros. Durante su existencia, dicha entidad se ha caracterizado por trabajar con universidades nacionales del Perú y propiciar alianzas con sus pares de Canadá y Estados Unidos, orientada a incentivar la transferencia de tecnología y conocimientos de una manera eficiente.

“Creamos oportunidades en las regiones para darle herramientas a la población a fin de que generen su propia riqueza”, dijo Ricardo Torreblanca, presidente y CEO de Core Foundation, tras referir las múltiples acciones que desarrollan, de innovación económica y alimentaria, entre otras, orientadas a que la propia gente asuma un emprendimiento para salir de la pobreza.

En esta oportunidad, la visita a Perú vino de la mano con el Centro para la Excelencia en Innovación Minera de Canadá (CEMI) y una delegación de la Universidad Laurentian (ambas de Sudbury, Ontario), para presentar a instituciones locales, autoridades y funcionarios gubernamentales una visión general de la Universidad Laurentian y sus programas relevantes, entre ellos el orientado a la remediación ambiental minera.

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La transformación de Sudbury, el testimonio del Dr. Gunn

“Yo comencé a trabajar en Sudbury en 1978, en ese entonces no era un lugar en el cual les hubiera gustado vivir, pero hace dos años fue nombrada como la ciudad más feliz de Canadá. Tiene el aire más limpio de todo Ontario. ¿Cómo ocurrió esto? Se redujo la contaminación del aire en 97% durante ese periodo. ¿Cómo se logró? Primero que nada, tuvimos un buen gobierno con buenas regulaciones. Las compañías para las que trabajaba no estaban listas para lidiar con esto. Una vez que se pusieron en práctica esas regulaciones, se necesitó tecnología e innovación”, afirmó durante su exposición en la embajada de Canadá, John Gunn, PhD catedrático de investigación canadiense Tier 1 para sistemas acuáticos estresados; y director de “Living with Lakes Center”, de Laurentian University.

El científico agregó que de esta forma las empresas tanto mineras como de otras rubros encontraron la manera de seguir ganando dinero, pero sin contaminar. “Algunos piensan que en la economía moderna no se puede tener aire limpio. Eso no es verdad”, señaló.

 Para la credibilidad son importantes los programas de monitoreo

Gunn recordó que durante los años de mala gestión en Sudbury se destruyeron 7 mil lagos y redujeron las áreas naturales en 100 mil hectáreas. Gunn precisó que para que las empresas mineras tengan credibilidad es muy importante que cuenten con programas de monitoreo constante a través de satélites para evitar volver a contaminar. “Lo que realmente le interesa a las comunidades aquí es tener agua limpia, ya sea para sus peces y el consumo de estos o para otros usos. Reparar los daños en la naturaleza es algo muy costoso, por eso lo que recomiendo es evitar contaminar en primer lugar. Lo segundo es controlar la contaminación lo más cerca a la fuente de producción y de los procesos industriales”, explicó.

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El científico afirmó que, cada vez que visita las comunidades de Perú donde se realizan actividades mineras, observa que los pobladores no confían e insisten en que no puede haber actividad minera sin agricultura cerca a sus zonas.

“Este también es rol de las universidades. Tenemos que estar en el medio, ser los intérpretes honestos de la ciencia y de la tecnología para asegurarnos de que podemos vivir juntos con minería y agua limpia en las comunidades. El mensaje que doy en las otras comunidades que he visitado es que se debe tener buena información y monitoreo. Este trabajo debe ser realizado por agencias del gobierno, pero es muy importante que las universidades compartan esa data con las comunidades. Es importante saber comunicar todo esto a las comunidades y que entiendan el mensaje. Las comunidades están preocupadas por el reto que significa tener minería en su zona. A ellos no les importan las ganancias y todos necesitamos los metales, lo que quieren es que se ponga en práctica una minería verde y sostenible. No podemos aceptar a la tecnología minera del pasado”, aclaró.

Con la fuerza minera Sudbury se transformó

En sintonía con Gunn, Yves Pelletier, vicepresidente asociado de asuntos académicos y de habla francesa de la Universidad Laurentian, señaló que Sudbury es una ciudad muy minera, que en su historia ha producido más de 8 millones de toneladas de cobre y más de 8 millones de níquel. “Tenemos más de 77 millas operativas que han generado más 330 millones de dólares. Debido a la riqueza y a la fuerza de nuestra fuerza minera, hemos desarrollado una serie empresas de cadenas de suministro que trabajan con un enfoque internacional. Hemos sido capaces de transformar a Sudbury y podemos hacerlo con otras regiones también”, remarcó.

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Desarrollo económico: Clúster minero y otro agrario, de la mano con las universidades

Al referirse al avance de Core Foundation en Perú, Ricardo Torreblanca, informó que mediante convenios con las regiones del Cusco, Junín, Tacna, Moquegua, iniciaron un proceso orientado a la conformación de un clúster internacional minero en el país, que se trabajará con CEMI y Core Foundation. “El objetivo es crear tecnologías nuevas con las universidades y abrirnos del mercado local a la escala mundial, a través del clúster como el canadiense y de otros países”, indicó.

Manifestó que se pretende que en Perú, cada región involucrada tenga un clúster minero a cargo de la gobernación regional y de la universidad local y bajo el paraguas de un clúster minero internacional. Con ello se capitalizará el movimiento de los mercados de otros países, incluyendo el de Canadá.

Asimismo, dio a conocer que para el 2021, gracias a las iniciativas que desarrollan, tendrán los datos necesarios para implementar un clúster nacional agrario, que trabajará igual que su par minero, uniendo mercados extranjeros con Arequipa, Junín, Tacna, Moquegua y otras regiones que ser adhieran.

Torreblanca informó que el gobierno regional de Moquegua, ya suscribió un Memorándum de Entendimiento, que permitirá promover la educación e investigación en agricultura, seguridad, defensa, salud, ingeniería, geología, medio ambiente, energía y minería en la región, a través de diversas universidades. Desde ya se dio un convenio entre la Universidad Laurentian (Canadá), la Universidad Nacional de Moquegua (Perú), el gobierno regional de Moquegua, la Universidad Jorge Basadre (Tacna), el gobierno regional de Tacna y la Universidad Católica Santa María de Arequipa.