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El PBI del mundo ahora se expandirá 3,3% el año próximo, por encima del 0,1 punto porcentual previsto en septiembre

 

La OCDE elevó sus previsiones de crecimiento mundial para 2017 y pronosticó que la expansión en 2018 alcanzará su ritmo más rápido en media década conforme el estímulo fiscal proyectado por Donald Trump motoriza a las economías más importantes del mundo.

El producto interno bruto del mundo ahora se expandirá 3,3% el año próximo, por encima del 0,1 punto porcentual estimado en el pronóstico de septiembre, dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en su informe semestral. La organización con sede en París prevé que la economía mundial se expandirá 3,6% en 2018, lo que constituye el ritmo más rápido desde 2011.

El Índice S&P 500 subió a un nivel máximo y los rendimientos de los bonos aumentaron desde que Trump ganó la elección estadounidense el 8 de noviembre. Las promesas del presidente electo de gastar en infraestructura y de recortar impuestos deberían incrementar la demanda en EE.UU., estimulando las inversiones y dando impulso al conjunto de la producción una vez que asuma el cargo en enero, aumentos que también deberían derramar sobre el resto del mundo, según la OCDE.

“Tras la elección en Estados Unidos, hay una expectativa generalizada de un cambio de dirección importante de la política macroeconómica”, dijo la OCDE. “El impulso a la demanda final en EE.UU. también fortalece el crecimiento de las importaciones” y “el estímulo motoriza el crecimiento del PIB mundial en alrededor de 0,1 punto porcentual en 2017 y 0,3 punto porcentual en 2018”.

Se elevaron los pronósticos para todas las grandes economías en 2017. El propio EE.UU. crecerá 2,3% en 2017 y 3% en 2018, mientras que la zona euro se expandirá 1,6% y 1,7% respectivamente, pronosticó la OCDE. El crecimiento ahora será de 6,4% y 6,1% en China y 1%y 0,8% en Japón, dijo la organización.

La organización instó a otros gobiernos a considerar la misma medicina fiscal.

“Durante los últimos cinco años la economía mundial estuvo en una trampa de bajo crecimiento”, escribió en un informe Catherine Mann, economista jefe de la OCDE. Salir de esa situación “depende de elecciones de políticas que van más allá de las que toman las autoridades monetarias”, dijo, en referencia al estímulo fiscal y la reforma estructural.

Según Mann, las cargas de deudas se están estabilizando y las tasas de interés se mantienen bajas, lo que ahora abre una ventana de oportunidad al estímulo que reducirá efectivamente el endeudamiento como porcentaje del PIB. “Los ratios deuda a PIB en los países más avanzados se han aplanado”, escribió. “Ya es hora de centrarse en expandir el denominador, el crecimiento del PIB”.

El Comercio