Por: Miguel Ampudia Belling
Si al preguntarle al vendedor cuál pantalla le recomienda y sólo sabe decirle que la más cara es la mejor, le invitamos a leer el siguiente artículo donde abordamos los puntos favorables y desventajas de cada una; además, desmentiremos algunos mitos sobre el tema.
Plasma
Lo bueno: Económico en tamaños superiores a 40”, mayor ángulo de visión que el LCD y mejor reproducción de color negro.
Lo malo: Menor resolución por pulgada que los LCD, la pantalla muestra reflejos y son muy pesadas.
Las pantallas de Plasma son conocidas por lograr niveles de contraste mayores. A diferencia de las pantallas LCD, la tecnología consiste en una serie de pequeñas cápsulas llenas de plasma para dar vida a la imagen, cuando es necesario presentar el color negro, las cápsulas se apagan completamente dando como resultado un contraste casi perfecto.
No existen televisores de plasma pequeños, por lo general arrancan desde las 32 pulgadas y pueden llegar a gigantescas pantallas son más de 100 pulgadas, sin un aumento de precio considerable.
La resolución por pulgada es menor que en el LCD, por ello al estar muy cerca se puede ver una cuadrícula.
LCD
Lo bueno: Económico en tamaños menores a 40”, mayor resolución que Plasmas, no hay peligro de imágenes congeladas, gran variedad de tamaños y las pantallas son más ligeras que el plasma.
Lo malo: Caro en tamaños superiores a 40”, el negro se ve como gris oscuro y tiene menor ángulo de visión que el plasma.
Los paneles de cristal líquido iniciaron la revolución de las pantallas planas y delgadas. Desde su aparición en la década de los noventa, esta tecnología mejoró considerablemente a la vez que mantiene su concepto original.
Se trata de un par de cristales entre los cuales yace un líquido que genera las imágenes, los paneles LCD no producen luz propia, es necesario colocar una lámpara detrás del cristal para ver claramente.
La tecnología LCD tiene problemas al reproducir el color negro, en el mejor de los casos se ve como gris muy oscuro, además, los colores pueden cambiar si la pantalla está frente a uno.
Las pantallas LCD se encuentran disponibles en una gran variedad de tamaños y despliegan imágenes en alta resolución en casi todos los modelos. Esta tecnología maneja precios similares al plasma siempre y cuando no sobrepasen las 40 pulgadas, de otra forma resultan demasiado caras.
LED
Lo bueno: Color negro similar al plasma
Pantallas delgadas (2.5 cm), bajo consumo de energía, misma resolución de una pantalla LCD, no hay peligro de imágenes congeladas.
Lo malo: Precio elevado y poca variedad de tamaños.
Combinando lo mejor de ambas tecnologías, tenemos a las pantallas LED. Consiste en un panel con la misma resolución de las pantallas LCD, iluminadas por diodos emisores de luz, una especie de focos que pueden modificar el nivel de brillo en secciones diferentes logrando un color negro similar al plasma.
Las pantallas LED consumen hasta 40 por ciento menos energía que las otras dos tecnologías y son mucho más delgadas, en promedio tienen una pulgada de ancho.
Emiten menos calor y son más amigables con el medio ambiente, su instalación es relativamente sencilla e incluso pueden colgarse del techo. La única desventaja es el precio, que llega a ser el doble de un LCD o plasma.
Mitos
Cuando surgieron los televisores de LCD y Plasma, ambas sufrían algunos inconvenientes que ya no se presentan, sin embargo, los fanáticos de cada tecnología se valen de los siguientes argumentos:
Mito #1: Las pantallas de plasma emiten un zumbido molesto.
En sus inicios, las televisiones de plasma emitían un sonido agudo y no funcionaban correctamente, en especial a grandes alturas. Actualmente vienen blindadas de fábrica para evitar molestias.
Mito #2: Las pantallas LCD duran el doble que un plasma.
Es cierto que las pantallas de plasma poseen el menor tiempo de vida, sin embargo, la diferencia es mínima a comparación de la tecnología LCD. Se estima que una pantalla de plasma dura por lo menos 15 años antes de que su brillo se vea reducido a la mitad.
Mito #3: Mostrar imágenes fijas en un plasma afecta la pantalla.
En su debut, las pantallas de plasma podían dañarse al desplegar una imagen fija durante las primeras horas de uso, sin embargo, los modelos actuales han resuelto ese problema y la posibilidad de que se presente es muy remota.
Mito #4: Las pantallas LED duran para siempre.
Falso, los focos LED son extremadamente eficientes pero no inmortales. Aun así destaca su duración, que en ocasiones duplica el tiempo de vida a comparación de las pantallas LCD.