La vida de 8 mil habitantes del cerro Lomo de Corvina, en el distrito de Villa El Salvador, se ve amenazada, de acuerdo con especialistas, por las “inadecuadas” prácticas extractivas de empresas mineras asentadas al otro lado de dicho montículo.
Quien se dirija desde el kilómetro 19 hacia el 24 de la antigua Panamericana Sur verá, a la margen izquierda, unos inmensos forados en la ladera del cerro Lomo de Corvina, del cual se extraen enormes cantidades de arena para la elaboración de ladrillos y otros productos de construcción.
Según el director de la Sociedad de Urbanistas del Perú, Erick Reyes, lo que provocarán estas canteras es que se genere una fractura en el inmenso montículo de arena. “Entonces comenzará a haber derrumbes que afectarán a la población que está asentada al otro lado”, pronostica Reyes y agrega: “Yo no sé si la municipalidad (de Villa El Salvador) tiene una evaluación de esa zona”.
En realidad, el municipio de este distrito, al sur de Lima, sí tiene conocimiento de esta amenaza desde julio del año pasado, al presentarse el informe N° 053-2013-SGDC-GDE/MVES de la Subgerencia de Defensa Civil que declara a la zona baja y media del cerro como área de alto riesgo por la actividad minera allí presente.
Trabajo antitécnico
Jorge Pérez, subgerente de Defensa Civil de la Municipalidad de Villa El Salvador, explica que las compañías mineras Luren S.A. y San Martín Contratistas Generales S.A., ubicadas en la Antigua Panamericana Sur, incurren en técnicas inadecuadas de extracción, pese a ser empresas formales. “Realizan un trabajo antitécnico porque deberían ejecutar, en el terreno, una excavación gradual: con pendiente, como una escalera. Sin embargo, lo han hecho de manera vertical y, a la hora de retirar arena, puede que parte del cerro colapse”.
Esto, sobre todo, podría hacer que la parte alta también se venga abajo, por el deslizamiento de arena. “Estimamos que el cerro Lomo de Corvina es habitado por más de 20 mil personas y en la cima habría unas 8 mil que serían principalmente afectadas en caso de un derrumbe”, alerta Pérez.
Precisamente, de esos 8 mil, una gran cantidad pertenece a los grupos 2 y 3. Al ser consultados, los vecinos de esa zona se sorprendieron al saber de la amenaza que existe debajo de sus pies, aunque señalaron que, de vez en cuando, perciben temblores por supuestas explosiones de la actividad minera.
La solución es evacuar
Al no poder reforzar la ladera por la naturaleza misma del cerro, la evacuación de los pobladores se perfila como la única solución lógica, según los especialistas. Sin embargo, el subgerente de Defensa Civil advierte que muchos de ellos se rehúsan a abandonar sus casas que ahora son de material noble y en algunos casos hasta de dos pisos. “Por ejemplo, hay un sector llamado 11 de Diciembre, donde incluso hay viviendas que cuentan con títulos de propiedad desde hace 6 años y, entre comillas, son formales. Así, ellos tienen argumentos para no ser desalojados”.
Según Pedro Ferradas, experto en prevención de desastres, el problema es que Cofopri otorgó estos títulos de propiedad, años antes del informe que consideraba zona de alto riesgo a dicho cerro. “Aunque era bastante obvio que era inhabitable por ser un arenal y porque ya se ha visto que hay casas que se hunden y agrietan sin necesidad de un sismo”.
Pero ¿qué hay de las empresas que están al tanto del peligro que representa su actividad?
Según Ferradas, la comuna de Villa El Salvador es la que debe intervenir y, en segunda instancia, la comuna de Lima y Defensa Civil. ¿Y a qué se debe el silencio de las autoridades de Villa El Salvador? “Probablemente es por desconocimiento. No he visto que haya una denuncia al respecto porque el tema no ha sido tocado hasta ahora”, asevera, preocupado, Ferradas.
La República