Víctor Gobitz, CEO de Buenaventura

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Desde inicios del 2017 a la fecha el precio del cobre ha crecido en 13% y en el largo plazo hay una mega tendencia a su mayor consumo “por un mundo cada vez más ecológico y por el uso de vehículos eléctricos”, afirmó el CEO de Minas Buenaventura, Víctor Gobitz tras resaltar la importancia creciente del cobre en Perú.

“Eso es muy bueno para el Perú, porque de su actual de portafolio de proyectos mineros, casi el 70% es de cobre”, subrayó el ejecutivo al intervenir en el Networking Breakfast & Conference, organizado por la Cámara de Comercio Canadá Perú, y al abordar el tema: Minería Peruana, balance del 2018 y perspectiva futura.

Agregó que los yacimientos cupríferos que tenemos son por lo general de gran dimensión, lo cual es muy bueno para la empresa y para el país en términos fiscales, porque le da una proyección de ingresos en este rubro de largo plazo. “Es una suerte de bendición tener yacimientos de cobre, cuyo valor tiene una tendencia al largo plazo positivo”, puntualizó.

Estrategia para desarrollar portafolio que respalda economía nacional

“Entonces deberíamos tener una estrategia clara de cómo desarrollar ese portafolio, porque no solo genera empleo, sino recursos fiscales de largo plazo y es lo que un país necesita para financiar su crecimiento y desarrollo”, anotó Gobitz.

Precisó que en construcción tenemos 3 proyectos de ese tipo, que representan 4.6% del portafolio, cuya ingeniería de detalle está en 20%, en factibilidad 30% y prefactibilidad 46%, “lo cual tiene una mirada de largo plazo a planificar con apoyo de los ministerios de Energía y Minas; de Economía y Finanzas; y el CEPLAN”.

“Ese portafolio hay que trabajarlo de manera diaria, ordenada y disciplinada para que vaya madurando y desarrollándose oportunamente y sin tropiezos”, demandó.

Asimismo, hizo hincapié que actualmente el oro tiene “una volatilidad mayor porque encierra un componente financiero especulativo que influye en el precio”.

“Pero el Perú de hoy depende fundamentalmente del cobre, cada vez menos del oro y pasa lo mismo con la plata, que ha bajado 11% y en el largo plazo existe una incertidumbre por razones técnicas”, apuntó.

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Sobre la no recuperación del IGV a las exploraciones; y la falta de visión compartida

El empresario afirmó que la falta de una visión compartida de lo que debe ser un real desarrollo de la minería nacional, impide desarrollar a plenitud el potencial de recursos que tiene el país para cimentar su bienestar socioeconómico. “Al Estado le falta una visión compartida de alineamiento con el desarrollo global que requiere la minería, a tal punto que recientemente se han dado dos iniciativas legislativas contrarias al desarrollo de esta industria”, lamentó.

Al respecto, mencionó el tema de la no recuperación del IGV a las exploraciones, “cuyos gastos operacionales no se pueden exportar, y competimos con países como Canadá, Chile y Australia”.

“Somos  contradictorios, por un lado en el pasado PDAC se anunció que Perú quería alcanzar el 8% de la inversión de las exploraciones del mundo, pero lo que estamos haciendo con lo del  IGV  es dispararnos (a los pies)”, comentó.

Observó que a los actores involucrados en la minería les falta hacer un esfuerzo adicional para tomar plena conciencia y difundir la importancia económica y social real de esta industria, “y lograr que los legisladores alineen estrategias favorables”.

La exploración es vital para sostener negocio

En esa línea, el empresario detalló que la actividad minera se mueve siguiendo principios de la industria global y no aisladamente. “El negocio minero tiene dos grandes focos: es volátil y tiene que tratar siempre de operar al menor costo posible, y lo que extraemos (recursos) es un material que no es posible reponerlo”, agregó.

Bajo ese marco, ilustró que el segundo es foco es la exploración, “porque si no exploro y no tengo estrategia efectiva para esto, no voy a reponer lo extraído, y no voy a poder construir una industria a largo plazo”.

Añadió que, frente a esto, tiene que adoptarse como concepto global un gran foco en torno a la disciplina financiera, para así tener la capacidad de generar flujo de caja libre, incluso con precios bajos. “Tenemos siempre que generar negocio a largo plazo, pues las inversiones detrás de la industria minera son cuantiosas. Somos parte de la sociedad y por lo tanto, los criterios de sostenibilidad son claves para desarrollo del negocio”, explicó.

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Economía local depende de sector privado diversificado

Gobitz aseguró que la industria minera ha logrado en el país crear un ecosistema, con proveedores de bienes de servicios, contratistas, firmas de ingeniería y especializadas en formación de personas, y el apoyo legal de instituciones públicas como INGEMMET y Ministerio de Energía y Minas, lo que permite su desarrollo y el haber contribuido a que en los últimos 25 años el país haya alcanzado sólidos fundamentos macroeconómicos.

“Perú ha logrado un grado de inversión gracias a esos números macroeconómicos y los acuerdos comerciales suscritos, lo que le convierte en una plataforma muy favorable como destino de inversión”, agregó, tras remarcar que junto a México, Colombia y Chile “somos los únicos países de la región con grado de inversión”.

Refirió que Perú ha suscrito acuerdos comerciales con 23 economías del mundo, y que el grueso de la inversión del país es privada, mientras la pública es de solo un tercio del total, “lo que hace que tengamos una economía no dependiente del Estado, sino del sector privado muy diversificado”.

“Todo eso positivo en términos de reservas, producción, potencial geológico, macro economía, pero sin duda todavía no son suficientes para un desarrollo pleno”, añadió.

Al respecto, dijo que, en el marco institucional, infraestructura y desarrollo humano aún existe un gran desafío, y que la coyuntura política actual es un factor contrario para poder superar esas falencias.

Inversión minera en Perú avizora un buen 2019

El ejecutivo recordó que Perú tuvo un pico de inversión en el 2013 de casi 8 mil 800 millones de dólares, a lo que siguió un descenso desde el 2016.

“Pero ya estamos saliendo de ese bache. Este año se terminará con una inversión total de 4,556 millones de dólares, y el próximo año habrá un incremento por efecto de las Bambas y Mina Justa y las ampliaciones de Toquepala, Marcona, Shahuindo, Toromocho, QuecherMain y  Marca Punta”, estimó.

Destacó que las ampliaciones son importantes porque tienen menos riesgo financiero, técnico y un periodo de retorno a la inversión menor, “por lo que en el 2017-2018, nuevamente el Perú como industria minera ya es parte de la industria global”.

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Mencionó también la transacción de Nexa Resources con Cajamarquilla, Atacocha, Milpo y los activos de Brasil, el incremento de la participación de Glencore en Volcan, de Southern en el desarrollo de Michiquillay, de Mitsubichi en Quellaveco y de un grupo chileno para Mina Justa, “lo que significa que somos un actor importante y atraemos inversiones”.

“En el periodo 2018-2019 y hacia adelante, tenemos Quellaveco, Mina Justa, ampliación de Toromocho, el proyecto Minsur de retratamiento de materiales, desmontes y relaves, y los proyectos   Corani y Pampas de Pongo”, detalló.

Acotó que la inversión privada en Perú para el bienio 2018-2019 será casi de 44%   vinculada a la minería, con lo que seguirá siendo el pilar de la economía nacional.

Ola de inversiones

Gobitz  señaló que en la industria minera local  hay en este momento una suerte de varias olas de inversión, una de las cuales está orientada a levantar sus reservas con más exploraciones, pese al poco dinero disponible para explorar por parte de las  junior.

“Una segunda ola de inversión son las mejoras operativas, se requiere optimizar las distancias de acarreo, inversiones que tienen un periodo de retorno más corto e   impactan en una mayor producción y menores costos; y más pago de impuestos a la renta”, pormenorizó.

Añadió que la tercera ola, que data de 2017, fueron las ampliaciones exitosas de diversos proyectos, con menos riesgo técnico y financiero.

Cabecera de cuenca concepto inventado

En torno a la polémica ley de protección de “Cabecera de cuenca” y que podría afectar el desarrollo de los proyectos mineros existentes alrededor, el empresario sostuvo que es un concepto inventado; y que los estragos causados por el pasado Niño Costero no se originaron en la parte más alta de la cuenca, sino en la parte media.

“Esta situación ha generado un punto muerto; la (Autoridad Nacional del Agua) ANA tiene que explicar la metodología con la cual se va a establecer la “cabecera de cuenca”. Sin embargo, en el imaginario (de la gente) ha quedado el concepto errado de que “cabecera de cuenca” es “no minería”, denunció.