OPINIÓN
Sara Manayay
ANALISTA ECONÓMICO DE MACROCONSULT
Con la reciente adjudicación del proyecto Nodo Energético del Sur, que incluye la construcción de dos centrales térmicas de 500 megavatios cada una, se asegura la demanda inicial para el futuro Gasoducto del Sur. Las empresas Samay I (asociada a Kallpa Generación) y Enersur ganaron la buena pro para construir las centrales de reserva fría en Mollendo e Ilo, respectivamente. Ambas empresas asumirán contratos de compromisos de inversión estimados en US$ 800 millones.
Además dichas centrales, en una primera etapa, funcionarían a diesel y posteriormente, a gas natural cuando se conecten al gasoducto del sur. Para ello dos años antes de la conexión, Electroperú debe contratar el suministro y transporte de gas para estas centrales y luego trasferirá los contratos a las firmas operadoras.
El gasoducto del sur, por su parte, era un proyecto inviable económicamente, pues no había suficiente demanda de gas natural en la zona sur del país. Con el objetivo de impulsar este proyecto el gobierno hizo evidentes esfuerzos para impulsar el Nodo Energético. De esta manera, ambos proyectos se complementan.
Dichos proyectos están amparados en la Ley N° 29970 “Ley que afianza la seguridad energética y promueve el desarrollo del polo petroquímico en el sur del país”, norma que permite suministrar el marco normativo bajo el cual se promueva y asegure la inversión en infraestructura necesaria y adecuada para la provisión del servicio de electricidad de manera confiable.
Asimismo se promueve el aumento de la capacidad de generación termoeléctrica – con un esquema de subastas promovidas por Proinversion – y la desconcentración geográfica de la producción de energía en el Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN).
La desconcentración de la generación eléctrica en el sur, está en línea con el incremento de la demanda de energía de los principales proyectos mineros en dicha zona, tales como Las Bambas, Ampliación de Cerro Verde, Constancia, Quellaveco, etc.
En este sentido, se da un gran paso para concretar el Gasoducto del Sur y además se tiene un marco legal que incentiva la inversión en infraestructura para asegurar el abastecimiento confiable de energía, incrementar la oferta de generación y desconcentración geográfica.
Fuente: Gestión