Mazen Mahfouz, Consejero Comercial de la Embajada de Canadá

ProActivo

Las negociaciones y acuerdos entre las empresas mineras y las comunidades de su entorno constituyen un desarrollo de convivencia y son parte importante para el éxito de la minería en Canadá, y cuyo modelo también es clave para el bienestar de sus compañías en el extranjero, destacó Mazen Mahfouz, Consejero Comercial de la Embajada de ese país en nuestro medio.

“Hay más de 1200 comunidades que viven cerca de la actividad minera en mi país, lo cual es una convivencia muy cercana y que es parte del desarrollo económico nuestro”, agregó el funcionario al hablar con ocasión de la entrega de los Premios ProActivo 2018.

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Dijo que las relaciones con las comunidades han sido un reto, un camino largo que involucró el buen desempeño de las partes y que desembocaron en acuerdos fructíferos entre las empresas y las comunidades y el pueblo indígena.

“Hubo un desarrollo de herramientas como las guías de exploración, la consulta previa y foros de diálogo a través de PDAC, así como centros de excelencia que se han desarrollado con el sector académico y el comunitario”, detalló.

Más de 500 acuerdos

El funcionario diplomático precisó que el Ministerio de Recursos Naturales de Canadá estima que desde 1974 a la fecha, hay más de 500 acuerdos suscritos con las comunidades y que abarcan 312 proyectos mineros.

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“De esa cantidad, 400 acuerdos seguían activos hasta el 2017, y todo este esfuerzo de consulta y diálogo ha sido clave para sostener un buen desarrollo sostenible en este sector”, anotó.

Mazen Mahfouz afirmó que, para Canadá, la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un importante eje en la política comercial y el desarrollo ambiental de su país.

En tal sentido, indicó que los ejes de la RSE para Canadá se enfocan en 4 pilares, siendo uno de ellos el aliento para que sus empresas que operan en el extranjero respeten todas las leyes y normas internacionales que reflejan los valores canadienses en el sector minero.

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“Otro pilar es el manejo de las expectativas, trabajar con el Estado, no reemplazarlo y apoyar en todos los niveles bajo un diálogo abierto”, apuntó.

El tercer soporte, dijo, es promover que las empresas canadienses guarden los altos estándares con los cuales operan en Canadá. Mientras que el último pilar, es una buena conducción del tema bilateral y multilateral. “En Perú compartimos muchas de estas herramientas, trabajamos con gobiernos regionales y provinciales para apoyarlos en el desarrollo de la consulta previa, en el manejo sostenible de recursos naturales y existe un diálogo abierto entre las empresas canadienses y el esfuerzo comunitario”, manifestó.