ProActivo. Las provisiones contables debidas al deterioro de la inversión en Gasoducto Sur Peruano (GSP) y a la reparación civil adicional generada por la firma del Acuerdo Preliminar de Colaboración Eficaz llevan al Grupo Graña y Montero a declarar una pérdida por US$265 millones.
Las provisiones antes señaladas no impactaron el flujo de caja de la compañía, ni la ejecución de sus proyectos. Esto refleja una reducción en el patrimonio contable de la compañía, que lo equipara al valor en bolsa.
Los resultados reflejan una pérdida de US$265 millones, explicada principalmente por el deterioro de la cuenta por cobrar y la inversión de Gasoducto Sur Peruano, la inclusión de un monto adicional de reparación civil producto del acuerdo preliminar de colaboración eficaz, y la provisión por la estimación de la posible exposición de la demanda del año 2017 en Nueva York (Class Action). Sin considerar esas provisiones, la utilidad neta del Grupo hubiera sido de US$4.5 millones.
Estas provisiones, en su mayoría, tienen efectos contables que no afectan la caja de la compañía, ni la continuidad de los proyectos del Grupo Graña y Montero. El EBITDA del ejercicio 2019, un indicador clave de la caja, alcanzó un total de US$193 millones.
En un comunicado la compañía agradeció a la confianza depositada por clientes, socios comerciales, proveedores y trabajadores, el monto de nuevos contratos adjudicados durante el 2019 fue de US$ 977 millones. Esto permitió alcanzar un total de backlog y negocios recurrentes de US$2,094 millones, lo que representa aproximadamente 1.7 años de ventas para el Grupo.
Deuda financiera
Durante el ejercicio 2019, la empresa continuó el plan de reducción de la deuda financiera del Grupo Graña y Montero. Con ello logró una disminución del 18% respecto del cierre del ejercicio 2018. Dicho de otra forma, la deuda financiera disminuyó de US$ 633 millones a US$ 519 millones, en línea con los objetivos establecidos.