El sector minero se alista para reiniciar sus operaciones de forma progresiva, luego de casi dos meses de paralización tras las disposiciones dadas por el gobierno para contener la propagación del Covid-19 en nuestro país. Dicho retorno no solo impactará positivamente en la macroeconomía de nuestro país, que viene sufriendo los embates de la pandemia, sino también dinamizará la economía de muchas comunidades campesinas ligadas a esta actividad.
#EnVivo| Los esperamos a partir de las 19:00 a la transmisión en vivo de la conferencia "Las Comunidades Campesinas y la Reactivación Minera", que contará con un panel de lujo y la participación de periodistas invitados.
تم النشر بواسطة Instituto de Ingenieros de Minas del Perú – IIMP في الخميس، ٧ مايو ٢٠٢٠
Así lo consideró Miriam Vásquez, gerente general de Aprenda del Grupo ACP, quien participó en el Jueves Minero Virtual, junto a Nery Agustín, presidenta del directorio de la Empresa Comunal de Huayllay; y Jhoel Rivera, presidente de la Confederación de Empresas Comunales del Perú.
“Nosotros que tenemos una agenda de trabajo con las comunidades, decimos que sí (se dinamizará la economía local) sobre todo porque en el entorno de las unidades mineras existen las empresas comunales, llamadas también proveedores locales”, refirió Miriam Vásquez.
Explicó que las empresas comunales no solo generan pleno empleo y desarrollo en las comunidades, sino también integran a las poblaciones a la cadena productiva de la industria minera. Dichas empresas brindan servicios de diversos tipos que requieren las empresas mineras.
“La ley general de comunidades campesinas, en su artículo 26, indica que las empresas comunales se crean y existen para contribuir al desarrollo de la comunidad en su conjunto y asegurar el bienestar de sus miembros”, apuntó.
De acuerdo a estimaciones, un 60% de las comunidades campesinas de nuestro país tiene un relacionamiento con el sector minero. Esto representa 1 millón 812 mil pobladores, con un alcance de 362 mil familias.
¿Cómo se mide su contribución?
Miriam Vásquez precisó que el aporte de las empresas comunales se mide a través de tres indicadores claves: el aumento de los ingresos de los pobladores, la cantidad y calidad de puestos de trabajo en la localidad y las políticas sociales.
Las empresas comunales no solo han permitido dinamizar la economía de las comunidades mejorando su nivel de ingreso, y su calidad de vida, sino también aportando con capacidades técnicas, empresariales, personales, e incrementando la infraestructura local.
“Se estima que en las localidades donde existen empresas comunales proveedoras de empresas mineras hay un 29% de puestos de trabajos que son generados por las empresas comunales enfocados en actividades productivas”, señaló.
Agregó también que un 51% de los puestos de trabajos en las empresas comunales están vinculados a servicios (transporte, limpieza, mantenimiento, desechos de residuos sólidos) y el 20% restante se genera por una gestión comunal.
Por su parte Jhoel Rivera destacó la necesidad de la creación de valor compartido que permitirá crecer a las empresas con beneficios en la comunidad. Ya existen varias empresas comunales que vienen ejecutando este tipo de desarrollo y han realizado trabajos de envergadura para las empresas mineras. Y no sólo eso, sino que han ganado licitaciones para realizar trabajos en otras regiones.
Rivera también señaló la necesidad de actualizar la ley de creación de las empresas comunales, que fue aprobada en 1993, para posibilitar la participación de este tipo de empresas en otras tareas y servicios, como la realización de estudios y consultorías.
Fuente: IIMP