María Isabel León, presidenta de la CONFIEP (el gremio empresarial más grande del país), señala que es necesaria una revisión de normas, así como un shock de inversiones para reanudar la economía.
La Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) ha sido parte activa en la toma de decisiones del Gobierno durante la pandemia, aconsejando acerca de medidas económicas a tomar. Sin embargo, ante los retrasos del inicio de la fase 4, su presidenta señala que el Gobierno debe cambiar su estrategia hacia las empresas y con el Congreso.
El inicio de la fase 4 de la reactivación económica se ha postergado. ¿Cuál ha sido el impacto en el sector privado?
La apertura de la economía se encuentra en la denominada «Fase 3” prevista por el Gobierno, y la activación a duras penas ha llegado al 80% de la economía. La Fase 4, sin duda, no tiene aún fecha de aterrizaje y es comprensible ante la realidad. La gravedad que la crisis sanitaria ha causado a la economía es muy grave.
¿Considera que el Gobierno no está teniendo una actitud correcta hacia el reinicio de actividades?
Nos queda claro que ningún sector, individualmente, debió arrogarse el éxito unilateral en la toma de decisiones. En situaciones de crisis graves, se debe armar un frente de batalla que tenga voces diversas que aporten planificada e inteligentemente al logro de soluciones.
¿Cree que el modelo actual del Gobierno para ayudar a la población es el correcto?
Los ciudadanos no pueden continuar subsistiendo a través de bonos, ni las empresas a través de endeudamiento a largo plazo para cubrir obligaciones de corto plazo.
Tenemos que tener claro que el empleo es el mejor programa social y debemos mirar hacia la generación de un potente shock de inversiones públicas y privadas, principalmente en grandes obras de infraestructura y proyectos en los sectores minero, pesca, agro, exportaciones y construcción.
¿Cómo conseguir eso?
Hay grandes proyectos que deberán ponerse sobre la mesa, y lograr consensos para ser llevados adelante. Me refiero a proyectos como Majes-Siguas II, Chavimochic III, Tía María incluso; obras de las líneas 3 y 4 del Metro de Lima y muchas más. Además, tenemos que ser capaces de atraer inversiones extranjeras que encuentren un espacio seguro y flexible para invertir en el país y recuperar los puestos de trabajo que nos permitan resistir el embate de esta crisis.
¿Qué medidas concretas debería tomar el Gobierno para reactivar la economía?
Es hora de pensar en un shock de inversiones públicas y privadas que nos permita salir de este hoyo negro.
¿ Qué sector empresarial ha sido mayormente afectado por la pandemia? ¿Sigue existiendo el riesgo de quiebra para empresas en este sector?
La industria turística y gastronómica, el transporte aéreo internacional, la industria del calzado, confección y la industria metalmecánica, que no puede disponer de oxígeno industrial para sus labores, están entre las más afectadas. La lista es larga y, ciertamente, miles de micro y pequeñas empresas simplemente han desaparecido de la foto, no existen más.
¿La CONFIEP se reunirá pronto con el Gobierno para proponer algún tipo de cambio a la estrategia económica del Ejecutivo? ¿Planean hacerlo?
Hemos iniciado un acercamiento muy positivo con el primer ministro Walter Martos. Nos reuniremos con él y haremos una «Agenda de reactivación país” en los próximos días, con propuestas concretas y que sean viables para la reactivación de nuestro país.
Ampliando ese punto, al parecer el Consejo Nacional del Trabajo (CNT) ha sido olvidado por el Gobierno. ¿Se ha puesto en la mesa la convocatoria del CNT?
El nuevo ministro de Trabajo, Javier Palacios, nos ha citado para hoy (ayer) a mediodía a una reunión preparatoria, a fin de reiniciar el diálogo tripartito en el seno del Consejo Nacional del Trabajo.
Esperamos que todos los actores de este espacio de diálogo democrático, entendamos que es hora de dejar las confrontaciones estériles e ideologías radicales para iniciar un diálogo franco que nos permita encontrar una ruta realista de recuperación del trabajo formal.
¿Hay descontento por parte de los gremios que forman parte de la CONFIEP hacia las medidas del Gobierno?
Desde el Gobierno se han dictado una serie de regulaciones excesivas, muchas retroactivas, confusas, en diferentes ámbitos y para diferentes sectores. Se requiere una revisión seria y concienzuda de las normas por sector, que nos permita eliminar todo aquello que constituye cuellos de botella y obstrucción, incluso para el sector público.
Puede darnos un ejemplo…
El Ministerio de Trabajo ha dictado decenas de normas complicando el proceso de suspensión perfecta de labores, por ejemplo, generando que al final solo el 5% de empresas hayan recibido la aprobación de esta medida.
Hay quienes perciben un ánimo en el Congreso por aprobar medidas “populistas” sin realmente analizar su efecto. ¿Qué debe hacer el Ejecutivo con el Congreso para evitar este tipo de medidas?
La agenda económica que impulsa el Congreso genera fricciones con el Poder Ejecutivo, pero también con la propia economía del país. Proyectos populistas, sin ningún rigor técnico y con un efecto cortoplacista, son los que priman hoy.
Se deben abrir los espacios de diálogo y consulta. Consensuar los proyectos, sobre todo los que afectan la economía y transgreden la Constitución y evitar el observar los proyectos y terminar en el Tribunal Constitucional.
Fuente: Gestión