El economista Alfredo Thorne advirtió que las proyecciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) pecan de optimistas, por lo que debería evaluar implementar un plan de reactivación económica.
El MEF estima que este año el PBI caerá en 12% y el próximo crecerá 10%. Thorne refiere que según sus estimaciones, este año la caída del PBI será mayor, de 17%, y la recuperación del 2021 será menor, con una expansión de 6%.
Sus proyecciones las sustenta en que si bien ha reiniciado la capacidad de producir de las empresas, con la reducción de las restricciones por el COVID-19, la demanda está muy deprimida.
“Eso la ministra creo no lo está viendo claramente, por lo que está pecando de optimismo. La inversión privada al segundo trimestre ha caído 60%, la pública 70%, y el consumo casi 20%. Nuestra capacidad de gasto está muy disminuida, nuestros trabajadores están desempleados, y entramos a lo que se denomina depresión”, señaló Thorne en RPP.
Ante este escenario, Thorne sostuvo que el MEF debe plantear un plan de reactivación de la economía. “Para estimular a que los agentes gasten más; eso nos permitiría salir de una manera muy fuerte y llegar al 10% (de crecimiento el 2021)”, anotó Thorne, quien también fue ministro de Economía al inicio el Gobierno de PPK.
El economista también agregó que “es un exceso de optimismo” pensar que entre el 2022 y 2024 el PBI crecerá 4.5%, según las proyecciones del MEF en el último Marco Macroeconómico Multianual.
“Eso está por encima de nuestras capacidades, que se miden como crecimiento potencial. Las recesiones van a hacer que muchas de nuestras empresas quiebren; nuestra capacidad de generar ingresos va a disminuir”, indicó.
Thorne señaló que además del plan de reactivación, se debe trabajar en una reforma económica centrada en temas como la reforma del sistema previsional, un plan de formalización de las mypes y medidas de reforma laboral.
Fuente: Gestión
Lo que sucede es que no hay poder adquisitivo en la población para poder activar la economía. Los “gerentes” de los bancos deberían cambiar su comportamiento hostil y entender que sus clientes son los deudores actuales y los bancos no deberían hacerse “hariquiri” (muchas oficinas bancarias y agentes están cerrando), deberían bajar al mínimo los intereses crediticios, refinanciar las deudas con grandes facilidades de pago, otorgar préstamos a los deudores para que activen sus pequeñas y micro empresas. En esta coyuntura,los bancos deberían “proteger” económicamente a sus clientes deudores.
Este gobierno debería eliminar la “permisología” y “tramitología” irrelevante y de entrampamiento por 3 años y que las empresas se dediquen a producir agresivamente (pero siempre priorizar la no afectación al medio ambiente). El Estado debería buscar alternativas para eliminar los conflictos sociales y que halla consenso nacional para “conducir el coche” en un sólo sentido.
No sigamos así como estamos actualmente porque todos nos estamos hundiendo más y más en el “hoyo de arena”.