En menos de dos meses, el presidente Martín Vizcarra afrontará dos intentos de vacancia. El primero, que sucedió a mediados de setiembre, tuvo como sustento los audios en los que se les escuchaba instruir a sus asesores para que mientan a la Fiscalía por el caso Richard Swing. Y el de ahora se basa en los presuntos sobornos que le habrían entregado empresas del Club de la Construcción cuando era gobernador regional de Moquegua (2011-2014). En ambas situaciones, el Legislativo advirtió una aparente incapacidad moral para conducir el país.
Ayer, 60 legisladores votaron por admitir la moción de vacancia presidencial que impulsaron el condenado Antauro Humala desde la cárcel y su bancada Unión por el Perú (UPP), en complicidad con otros bloques como el Frente Amplio (FA). Fueron 40 congresistas los que se opusieron y 18 se abstuvieron de votar.
Aunque esa cifra no define una destitución. Para que la vacancia se consuma se necesitan 87 votos y por lo que se escuchó ayer durante las intervenciones de los parlamentarios, no todos están convencidos de vacar a Vizcarra a pesar de que apoyaron admitir a trámite el pedido.
Voto dividido
Otto Guibovich, vocero de Acción Popular (AP), se mostraba muy convencido de votar a favor de que el jefe de Estado acuda otra vez al Congreso a defenderse.
“Que se admita a trámite la moción, no voy a cambiar mis valores; lo que afecta la gobernabilidad es la corrupción permanente de quienes tienen las más altas responsabilidades en el país”, manifestó en el hemiciclo.
Su colega de bancada Franco Salinas habló en la misma línea y exigió la presencia del presidente para presentar alegatos. Pero AP no votó en bloque.
“He consultado con mis paisanos y la mayoría no está de acuerdo con la vacancia. Los agricultores están preocupados con la campaña que se avecina, Vizcarra debe responder el primer día que deje la presidencia”, sostuvo el legislador por Lambayeque, Rolando Campos, en clara oposición a sus compañeros.
En el FA también se vio una división. Mientras el congresista Lenin Checco aseguraba que “la mayoría” de integrantes de su grupo respaldaba la salida de Vizcarra, su colega Rocío Silva Santisteban marcaba distancia de esa postura.
En lugar de la defenestración, Silva Santisteban propuso crear una comisión multipartidaria que investigue la gestión del presidente en Moquegua, ya que es la fuente de investigaciones y cuestionamientos. Su compañera Mirtha Vásquez también apoyó el planteamiento.
En Fuerza Popular (FP), el portavoz Diethell Columbus dejó sentada su posición a favor de la admisión del pedido de vacancia. La histórica fujimorista Martha Chávez lo señaló a su manera: “Que el cuestionado Martín Vizcarra venga aquí y dé la cara”.
Pero en FP dos legisladores votaron en contra. Uno fue Edward Zárate y Widman Vigo, el primero representante de Piura y el segundo por Cajamarca. Por la noche, el congresista Carlos Mesía aclaró que en la bancada sí se aprobaba la solicitud, pero no necesariamente la salida del jefe de Estado.
En Somos Perú la votación fue más pareja: cuatro a favor y cuatro en contra. “La prioridad es mitigar el impacto de la pandemia, no la vacancia”, expresó el vocero Reymundo Dioses. Desde esa tienda ya habían anticipado que sus miembros estaban en la libertad de votar a su propio criterio.
Hubo bancadas que no apoyaron íntegramente la moción. Una de ellas fue el Frepap, cuyos integrantes votaron en abstención; las otras fueron Alianza para el Progreso y el Partido Morado; sus votaciones fueron en contra.
Solo los congresistas de UPP, siguiendo las instrucciones de su líder Antauro, votaron en bloque por la vacancia.
“No hay una prueba de las imputaciones y otra vez intentan desestabilizar, no al Gobierno; un proceso de vacancia desestabiliza al país”, dijo Martín Vizcarra antes de conocer la decisión del Congreso. Le toca buscar abogado.
Tenga en cuenta
-El abogado Roberto Pereira defendió a Martín Vizcarra en el primer intento de vacancia. Aún se desconoce si lo hará nuevamente.
-En el caso Richard Swing, la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, abrió investigación a Vizcarra, pero suspendió las diligencias hasta que culmine el mandato presidencial, el 28 de julio de 2021. El presidente no puede ser acusado en su gobierno.
Carlos Tapia, analista político
“No lograrán vacar a Vizcarra”
La situación es complicada pero preocupante. No podemos ser un país en el que cada mes o dos meses se insiste en vacancia cuando estamos en pandemia y en plena crisis económica. Si una mayoría de congresistas cree que conseguirá la vacancia de Martín Vizcarra, debería explicarlo, pero creo que no van a lograrlo y ellos mismos saben que no alcanzarán los 87 votos.
Si saben que no va a producirse la vacancia, ¿qué explicación tiene todo esto? Desgasta al gobierno, genera incertidumbre, es una bola de nieve que mes a mes se agranda y que no resuelve el problema que el Congreso cree ver.
Sabiendo que no podrán vacarlo, generan todo este escenario adverso, buscan que el presidente acuda al Parlamento y que declare lo que sucedió sobre las acusaciones que tiene. Hay algo detrás que no se comprende.
Cuidado que la gente puede ver al Congreso como malcriado al insistir con lo mismo. Vizcarra tiene mucha aprobación.
Lo que defina el Tribunal Constitucional no es decisivo aún. Los magistrados tienen que discutir y pensar qué es la incapacidad moral permanente para poner tope a una acusación que puede ser comprendida de mil maneras. Se tomen el tiempo que se tomen, no tienen responsabilidad en lo que pueda suceder.
Natale Amprimo, excongresista
“Vizcarra ha recurrido a evasivas”
Esta situación es consecuencia de la propia actitud de Martín Vizcarra, por decir versiones contradictorias no solo en este caso de Moquegua, sino también en el de Richard Swing. Lo que se quiere es que explique qué pasó cuando fue gobernador de Moquegua porque lo que pesa sobre él es grave, se necesita una explicación clara.
Me ha sorprendido la votación porque se esperaban menos votos y eso es porque salen nuevas pruebas e indicios, y ante eso hay una evasiva del presidente. Ninguna vacancia en ninguna circunstancia altera la vida de la nación. Lo que acá debe quedar claro es si quien comanda al país está a la altura de la función. Es mejor forzar una vacancia que mantener a alguien que no tiene el perfil para ocupar tamaño cargo.
La vacancia presidencial por incapacidad moral permanente es una medida política. Y si se piensa que esto puede responder a un capricho, el contrapeso lo pone la misma norma al exigirse 87 votos para que proceda.
No creo que el Tribunal Constitucional deba forzar figuras frente a situaciones que están definidas por la Constitución. Acá no hay discusión con la facultad del Congreso para requerir la vacancia, como lo intenta hacer ver el gobierno. Esa es una demanda tramposa. En lugar de ser claro, recurre a evadir el tema.
Fuente: Perú 21