Si el Perú es visto como una empresa en el actual escenario de la economía global y se hace un estudio de qué es lo más conveniente para su desarrollo: ¿abrir nuevas minas o poner más refinerías y fundiciones?, la verdad el negocio recomendable es abrir nuevas operaciones, porque por ejemplo en el caso del cobre, el valor agregado que aporta el proceso minero es del 98% desde que se explora hasta que se ponen los concentrados en el mercado.
Así lo afirmó Carlos Santa Cruz, presidente del Centro de Investigaciones de Minería, Ambiente y Desarrollo (Cimade) y de BISA Ingeniería de Proyectos en el Jueves Minero virtual del 12 de noviembre que realizó el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), en el que se presentó el libro Cobre: el futuro del Perú.
“Si hubiera una infraestructura industrial que va a hacer uso de la materia prima que produce la minería, en buena hora, pero para hacer manufactura no necesitamos producir materia prima. En el caso del oro, por ejemplo, Italia sin producir muchos kilos del metal precioso, es uno de los principales exportadores de joyería”, explicó.
Por su parte, Gonzalo Rojas, director del Cimade y editor del libro, comentó que es evidente que en el razonamiento que se aplica con la mejor intención, pensando que el Perú debe construir nuevas fundiciones y refinerías, no se toma en cuenta que el país está inserto en un sistema global.
“Económicamente sería muy complicado abocarnos a tener más plantas de refinación considerando que China tiene el 60 por ciento de la refinería mundial a precios de economía de escala, con los que no podemos competir. Entonces ese pensamiento nos llevaría a perder plata porque nadie va a querer invertir en el rubro en las actuales condiciones”, indicó.
Asimismo, sostuvo que al respecto el libro pone en las manos del lector la información que le permita hacer un razonamiento más global y salir de los paradigmas locales, en los que todo lo que importa es si hacemos valor agregado o no.
“Lo que nos debería interesar en el país es producir más cobre, lo que se traducirá en mejores sueldos para la policía, los maestros, etc., porque el dinero que puede entrar poniendo en valor, por ejemplo, el cinturón minero del norte, es abundante, en la medida que en diez años nos puede equiparar a Chile en cantidad de producción, con todo lo que eso implica”, destacó.
Por otra parte, Santa Cruz reflexionó en el sentido que el Perú no debería perder el “tren de la oportunidad” que significa aprovechar los recursos cupríferos con los que cuenta en todo el territorio nacional.
“El tren de la oportunidad se refiere a la brecha importante entre la oferta y la demanda de cobre que se dará en los próximos años por la fabricación de vehículos eléctricos, artefactos inteligentes y el cambio a energías renovables, que debemos aprovechar poniendo en valor nuestra amplia cartera de proyectos que en el caso del metal rojo asciende a 40,000 millones de dólares”, detalló.
En su participación, Luis Marchese, CEO de Sierra Metals manifestó que la minería en general, y la del cobre en particular, seguramente serán parte del debate del proceso electoral. “Su desarrollo sostenible debe incorporarse a la agenda de qué queremos como país, la cual se vuelve imprescindible en el contexto de pandemia y post pandemia”, subrayó.
Finalmente, Jorge Manco, profesor e investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, consideró que en la medida que la oposición a la minería es un problema de orden político, la industria minera debería contar con operadores de este tipo para hacer frente a esa situación.
Fuente: Suplemento Minería (IIMP)