Comunidad andina en el Lago Titicaca (Puno-Perú)

Durante el primer día del “VI Foro de Desarrollo Económico Regional Puno 2020”, Alfredo Thorne, exministro de Economía; Pilar Blanco, catedrática de Ingeniería Económica de la UNAP; Diego Macera, gerente general del IPE y Vilma Dueñas, miembro de la Cámara de Comercio de la Producción de Puno, se reunieron virtualmente para exponer los avances, retos y pasos a seguir, a nivel económico y social, para el país y la región. 

Alfredo Thorne empezó la charla dando una mirada general de la economía peruana rumbo al bicentenario. El exministro señaló que, a pesar de que los conflictos políticos están afectando negativamente a la economía, se han reflejado mejoras en algunos sectores, como se puede ver en la creciente inversión pública registrada en noviembre de 23.9%, liderada por los gobiernos locales. Sin embargo, en materia laboral, la oferta de trabajo está muy por debajo de los niveles prepandemia y el empleo informal sigue ganando terreno en todo el país.

Thorne señaló que tenemos un sistema político poco representativo que se aleja de la población y que está socavando la política y el crecimiento económico. “Una vez que las autoridades son elegidas se desentienden de sus electores y empiezan a tomar decisiones que no necesariamente están basadas sobre un mandato popular”, comentó. Esto va a la par de las propuestas políticas que terminarían afectando a la población como la derogación de la Ley de Promoción Agraria.

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El agro y la economía

Thorne indicó que el régimen agrario dio diversas mejoras en el sector, propició ganancias productivas y generó empleo formal. La informalidad laboral ha mostrado una caída pronunciada, aunque aún se encuentra en 96%. Para Thorne, el régimen agrario fue una gran contribución, pero el régimen general cada vez se convierte más restrictivo.

“Si algo tenemos que cambiar, es el régimen general. La productividad de una economía no está en un sector en específico, sino en la posibilidad de que el trabajador pueda fluctuar entre el sector agrario, al industrial o servicios. Eso hace que nuestra economía genere productividad. Si restringimos beneficios a un sector, muestra buenos indicadores que no se extienden en términos de generar bienestar para el resto del país y pierde apoyo popular”, señaló.

A su vez, Pilar Blanco, catedrática de Ingeniería Económica de la UNAP, agregó que la fiscalización es un punto importante a la hora de hablar del sector agrario. En Puno, señala Blanco, se deben dar incentivos para seguir exportando quinua, entre otros. “Las políticas económicas deben promover actividades productivas en la región. Sin embargo, las mismas autoridades tienen mucho por hacer”, señaló la catedrática.

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Por su parte, Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, indicó que debe haber mejoras más claras de las políticas del sector agropecuario porque la población económicamente activa (PEA) ocupada es baja. “A largo plazo esto mejorará la calidad de vida”, agregó.

Conclusiones

Entre los retos más urgentes de Puno, están las fallas de coordinación, los conflictos sociales y la falta de eficiencia de la gestión pública subnacional. “Necesitamos instituciones que hagan valer la ley. Una buena fiscalía, una Contraloría que cumpla su labor, un buen Congreso y buenos partidos políticos. Esta es la parte estructural del sistema económico”, indicó el gerente general del IPE.

Macera agregó que la reactivación económica va de la mano con la protección social que las familias deben tener. La formalidad es importante porque da acceso en el mediano plazo a mayor productividad, da protección a trabajadores a nivel de CTS, gratificaciones y seguro. “Esta debe ser parte importante de las discusiones post COVID-19”, concluyó.

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Además, en el contexto de pandemia es importante estar atentos a indicadores que arroja el Índice de Competitividad Regional (INCORE) del IPE, donde se pueden tener luces de cómo está la región en el sector salud y en vacunación. A la hora de tener acceso a la vacuna contra el COVID-19, se debe estar atento a estos indicadores para saber por dónde apuntar en el futuro.

Por su parte, Vilma Dueñas, miembro de la Cámara de Comercio de la Producción de Puno, añadió que también se debe pensar en actividades económicas que sean rentables para su región, así  como la siembra de árboles cotizados como el pino, venta de forrajes que apoyen al ganadero y cuyo objetivo sea convertirse en un potencial económico.

“Tenemos capacidad para que los logros se mantengan y mejoren. Sabremos superar los retos con creces y haremos realidad que nuestra región sea ejemplo de lucha y superación”, finalizó Dueñas.