Islandia. Este país europeo tiene el aire más limpio del mundo. La gran cantidad de glaciares, arroyos y lagos y el poco uso de vehículos hacen que la cantidad de gases que llega a la atmósfera sea bastante reducida.
Brunéi. Toda la lluvia que cae en el país ayuda a reducir el índice de contaminación que hay en el ambiente. Además, la purificación del aire es aún mayor por la protección que se le da a los árboles que componen la selva que cubre casi un tercio del país.
Australia. Si bien el país ocupa los primeros lugares en el estudio, se ha reportado que la contaminación del aire ha ido en constante aumento para la preocupación de los habitantes y el estado. Es por eso que han empezado a realizarse esfuerzos para regular la emisión de gases que pueden dañar la calidad del aire y afectar a los ciudadanos.
Estonia. Desde los años 90, el país europeo empezó a tomar medidas para disminuir la contaminación del aire y gases tóxicos. Los esfuerzos tuvieron buenos resultados pues en el 2012 la OMS anunció que era el país con el aire más limpio de todo el mundo. Si bien ahora ya no ocupa esa posición, los niveles de contaminación en el ambiente siguen siendo reducidos.
Finlandia. La calidad del aire en Finlandia es una de las mejores en Europa por la preocupación de proteger sus reservas naturales y mantener bajo el índice de tala a árboles que genera la industria maderera. Si bien las ciudades más habitadas son las que tienen mayores problemas por la emisión de gases por parte de los vehículos y las fábricas, las autoridades intentan regularizar lo más posible la situación.
Nueva Zelanda. La calidad del aire en este país es buena pese a la existencia del efecto invernadero en algunas localidades.
Canadá. Como en todo país desarrollado los autos, la creación de energía y el desarrollo de las industrias ha generado daño en el aire que los canadienses respiran a diario. Aun así su nivel de pureza es bueno.
Noruega. Los paisajes de Noruega son los lugares ideales para encontrar aire limpio y puro además de acercarse más a la naturaleza. Los autos y las fábricas son un problema en las grandes ciudades y son manejados por las autoridades al intentar reducir sus efectos contaminantes.
El Comercio