Después de un largo año de pandemia y lamentar la pérdida de vidas, de la consiguiente paralización de nuestra economía y de las dificultades producidas por las múltiples crisis en los servicios de salud a raíz de la pandemia, la tan esperada llegada de las vacunas contra el COVID-19 prometía la esperanza de finalmente acabar con este difícil capítulo de nuestra historia.
Sin embargo, hoy nos enfrentamos a una nueva problemática y división de opiniones, permitir también o no la participación y contribución del sector privado en la adquisición de las vacunas.
Nuestros gremios empresariales reiteran una vez más el pedido al Gobierno a que se le permita al sector privado, dentro del marco legal vigente, contribuir en la adquisición directa de las vacunas para proceder a la vacunación gratuita de sus trabajadores y, de ser posible, a la población dentro de sus áreas de influencia. Por lo tanto, exigimos al Gobierno definición y decisión para lograr este objetivo lo antes posible.
Actualmente ya se cuenta con un marco legal, ya que tras el avance de la segunda ola por Covid-19 en nuestro país, el Ministerio de Salud publicó el reglamento de la Ley Nº31091 y el Decreto Supremo Nº002-2021-SA, para garantizar el tratamiento contra dicha enfermedad.
Con este último documento se permite que las entidades privadas autorizadas puedan importar y comercializar las vacunas contra el Covid-19, a través de un registro sanitario condicional. Sin embargo, somos testigos de diferentes posiciones en el Gobierno que no coinciden con lo dispuesto en esta ley.
En los últimos días hemos escuchado al presidente Francisco Sagasti declarar que: “Lo que no queremos es que el que tiene plata se vacune y el que no la tiene no se vacune, es lo que queremos evitar en primer lugar”, frases que, si bien apelan a la igualdad, entendemos solo responde políticamente a ciertos sectores en campaña electoral y al Congreso, que están pretendiendo sacar réditos de este tema tan sensible para el País.
Por lo tanto, aquí no se trata de que si el privado obtiene vacunas va a quitárselas a los más pobres, se trata de permitir que todos, desde nuestros sectores económicos y gremios, apoyemos en el proceso de vacunación y así, juntos, aligerar un poco la carga y responsabilidad que el Estado tiene sobre sus hombros. Tal cual lo venimos haciendo con la distribución e instalación de plantas de oxígeno, por ejemplo.
En esa línea, Perucámaras y la Cámara de Comercio de Lima – CCL, en representación de las cámaras de comercio nacionales, reiteramos nuestro pedido, una vez más, para que se autorice expresamente al sector privado a tratar de adquirir directamente las vacunas y proceder con la vacunación de nuestros trabajadores y a sus familias, incluso, de ser posible, extender la ayuda social para que se acelere el acceso de más peruanos a la vacunación. Siempre con la participación, control y regulación de las entidades del Estado.
Finalmente, hacemos un llamado a no generar divisiones. La discusión no puede reducirse a visiones de izquierda o de derecha, Estado versus sector privado, por el contrario, debe generarse soluciones para que juntos derrotemos a la pandemia que continúa devastando nuestras esperanzas, vidas y economías. Pongamos en primer lugar la salud de todos los peruanos y la tan ansiada recuperación económica, sobre todo de los sectores más afectados como son el turismo, los servicios y el comercio.
Fuente: La Cámara