Dentro de la astronomía Inka existía dos constelaciones, según el astrónomo Erwin Salazar. El estudioso revela que se trataría de Las Constelaciones Estelares o Brillantes constituidas por estrellas individuales de magnitudes muy brillantes que por sí mismas constituían una “Constelación” y otras, que agrupadas o unidas al modo occidental (de estrella a estrella), forman figuras en el cielo nocturno.
Según Salazar, Director Científico del Planetarium Cusco, el segundo tipo de constelaciones está conformado por las condensaciones de polvo y gas interestelar que a manera de manchas oscuras ocupan espacios dentro de la Vía Láctea, formando las llamadas Constelaciones Oscuras o Negras.
Formaciones como La Llama Sideral, el Cóndor, el Zorro y la Perdiz, son algunas que pueden observarse.
“La cultura Inka fue la única en el planeta que tuvo dos constelaciones en el cielo”, afirma el investigador.