Por FedericoSchwalb, Socio AmropPerú
La demanda de profesionales especializados en relaciones comunitarias se ha incrementado de manera importante en los últimos diez años. El desarrollo de nuevos y más grandes proyectos y la necesidad de establecer relaciones con las poblaciones que se puedan sentir afectadas por ellos ha impulsado la demanda.
El desafío que enfrentan estos profesionales es que, en muchas ocasiones, no tienen capacidad o experiencia en gestión. Por lo tanto, desde el punto de vista de la empresa, tienen la limitación de no salir de lo teórico/académico. De formación son más académicos, pero poco gestores y agentes de cambio.
De otro lado, existen los muy buenos en ejecutar proyectos, como un ingeniero con experiencia en comunidades; normalmente no tiene las herramientas para evaluar científicamente las necesidades y posibilidades de las comunidades y cómo se relacionan con la empresa, pero sí la disciplina de establecer metas, ejecutar planes de acción y medir resultados.
[highlight]En el medio de los dos probablemente estén los que tienen relación con la comunidad por el ejercicio del Derecho, los abogados. También existe la posibilidad del comunicador, si partimos del hecho que uno de los problemas de los mineros es la comunicación.[/highlight]
Finalmente, no es mejor o imprescindible que haya solo sociólogos, antropólogos, ingenieros, comunicadores, administradores o abogados. Deben formarse equipos multidisciplinarios con un líder. Si estamos hablando de gestión, difícilmente, salvo que tenga mucho recorrido, podrá ser un sociólogo o antropólogo, por los resultados por el lado de la empresa. Puede ser muy bien un sociólogo o antropólogo por el lado de una ONG, pero por el lado de una empresa lo veo muy difícil. Para una empresa sí puede ser un abogado, he conocido a muchos hombres de leyes que terminan siendo gerentes generales en muchas empresas mineras y que entienden muy bien la parte social y que tienen un muy buen apoyo en la parte técnica en sus subordinados, por lo tanto puede ser muy bien un abogado, o un administrador, o un gerente de proyectos. Puede ser un comunicador si tiene esa vena de gestión, tiene que tener esa disciplina para ejecutar cosas y poder plantear en términos claros y firmes qué se hace y qué no se hace. No puede ser un académico puro.
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Los mayores de 40 años son más adecuados
Una persona que dirija esta área debe tener experiencia en interacción con los actores de las comunidades del entorno de las operaciones mineras. Por lo tanto, se requiere alguien que tenga alrededor de 40 años de edad, con alto nivel de energía, paciencia, capacidad de negociación y capaz de entender los problemas de los demás. Además, debe tener capacidad de gestión y estar orientado a resultados. Respecto a su formación académica, se suele pensar que debe ser sociólogo o antropólogo (por su relación con grupos de personas); sin embargo, si bien eso es importante, no es determinante. Una persona con las competencias anotadas arriba y que tenga una formación distinta a las especialidades mencionadas también puede ser buen gerente de Relaciones Comunitarias.
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