Leer libros, conservar las artes y apoyar a tu comunidad son claves para desempeñarte mejor en el mundo actual, basado en la tecnología.
La mayoría de los emprendedores modernos son pura tecnología. Los gadgets y avances tecnológicos te hacen más rápido y más productivo que nunca antes.
Aun así, moverse a la velocidad del mundo de ahora puede tener otros efectos también. Las pocas horas de sueño, la conectividad constante y otras realidades son consecuencias de un mundo tan cambiante.
Mientras que algunos movimientos culturales se han filtrado de nuevo en la conciencia popular, hay algunas prácticas “antiguas” o “clásicas” que pueden mejorar tu vida y habilidades como emprendedor. Aquí hay tres hábitos que no han cambiado mucho a través de los siglos y que afectaran positivamente tu actuación:
1. Lee libros. Leer permea todos los aspectos de la existencia del emprendedor. Es el principio de cada negocio que necesitarás para ser exitoso como empresario: vocabulario, escritura, documentos legales; cualquier aspecto de tu vida depende de la lectura.
Esto te abrirá puertas a conversaciones con otros que pueden crear oportunidades y relaciones. Leer expande tu mente y te ayuda a aprender. Leer te enseña un vocabulario extenso y aumenta tu capacidad de conocimiento.
Si no estás acostumbrado a leer, empieza a hacerlo. No tienen que ser únicamente libros de negocios. De hecho, no debería ser así: cualquier lectura puede ayudarte. Desarrolla este hábito y observa cómo tus cualidades como emprendedor mejoran.
2. Protege las artes. La música, danza, pintura y todas las formas de arte necesitan tu protección. No tienes que ser un filántropo poderoso, pero puedes apoyarlas. Sé parte de los museos o los teatros. Ve a la ópera o al ballet. Tu compra de boletos, membresías o hasta pequeñas donaciones pueden hacer una gran diferencia en la vida de los artistas.
No te equivoques: necesitamos tu arte. El arte en todas sus formas te hace mejor como emprendedor. Hace mejorar tu comunidad, tu país y hasta el mundo. Celebra las artes, aunque no las practiques.
3. Causas de campeón. Como las artes, las causas necesitan de campeones. No tienes que ser Melinda y Bill Gates e iniciar tu propia fundación para tener un impacto positivo en la vida de los otros.
Tu pequeña contribución de tiempo, dinero o materiales a una causa local en tu comunidad puede hacer un cambio poderoso. Cada visión empresarial debería incluir algo sobre dar y compartir. Así que empieza ahora a involucrarte en causas que te importen y por las que sientas pasión.
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