Rómulo Mucho

Por: Rómulo Mucho,  Ing. de Minas, empresario y político. 

El proceso de descarbonización, cada vez más acelerado, en un mundo que ya inició profundos cambios en lo concerniente a la energía, sus fuentes, almacenamiento y usos, nos llevan a un nuevo escenario en el que el litio ha cobrado vital importancia para la nueva economía global.

El litio se ha convertido en el actual metal estratégico necesario para la fabricación de las baterías de los vehículos eléctricos, hoy tendencia en los planes de corto y mediano plazo de los países desarrollados y las modernas industrias. Podemos dejar de decir que es el metal del futuro y que es la oportunidad del presente.

Es así que el hallazgo de litio en roca en Macusani, en la región Puno, al sur de Perú, debe ser tomado como un asunto de interés nacional.
Argumentos sobran, estamos frente a un metal cuyo uso avanza como una marea, sin posibilidad a ser reemplazado de manera abrupta por el hidrógeno, otra nueva fuente de energía que es revolucionaria.

Otra situación interesante es que el denominado “triángulo del litio”, zona geográfica que concentra a más del 85% de las reservas de ese metal, se ubica en los vecinos países: Chile, Argentina y Bolivia. Lo que hace atractiva a la región para los inversionistas en la explotación de litio no solo como materia prima sino que pensando, más allá, puede convertirse la región en la principal proveedora de baterías de litio. Tremendo desafío que no puede perderse de vista porque prácticamente las reservas de litio en el mundo estarán concentradas en esta región del planeta y pueden atraer inversiones hasta por US$ 8,000 millones, solo en esta década, en los cuatro países.

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Cabe resaltar también, que en Perú, a diferencia de lo que ocurre en el “triángulo del litio”, el litio encontrado en Falchani, como se llama el proyecto específico, es en roca pegmatítica, similar a los depósitos encontrados en Australia, EE.UU., México y otros países. Es distinto al litio del mencionado “triángulo”.

La concentración del carbonato de litio en Falchani es 6 a 7 veces mayor que en los salares, es decir un promedio de 3,000 partes por millón (ppm).
Además, la recuperación metalúrgica del litio es distinta a la tecnología utilizada en los salares, en este caso será de lixiviación.

Siendo el litio un metal estratégico, el Estado bien podría negociar si cabe la palabra, la forma de desarrollar juntos este proyecto, avanzando con la legislación, el desarrollo tecnológico para producir carbonato de litio, hidróxido de litio, avanzar hasta la producción de las baterías de iones de litio, hasta la fabricación de carros eléctricos y comercialización.

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Según las proyecciones, la demanda de litio crece de 323 mil toneladas que fue en 2019, y se estima que la demanda será cerca de 800 mil toneladas en 2025, y 1.7 millones de toneladas en el 2030, conforme se incremente la demanda de carros eléctricos y los otros usos.

Respecto a los precios, en el año 2018 llegó a US$16,500 la tonelada de carbonato de litio, luego fue cayendo hasta los US$10,500 en que se encuentra en los momentos actuales, pero la tendencia es que se recuperará en los años venideros conforme se incremente la demanda del litio en la fabricación de carros eléctricos.

El proyecto Falchani de Macusani requeriría según Plateau Energy Metals una inversión en la primera etapa de US$ 844 millones para producir alrededor de 23,000 toneladas anuales, escalable a 41,000 toneladas anuales de carbonato de litio por 26 años.

Otra alternativa es una inversión de US$1,500 millones para una producción de 23,000 toneladas, luego 44,000 toneladas y hasta 85,000 toneladas de carbonato de litio para una vida de 33 años.

Con esta producción, a un precio conservador, representaría entre unos US$ 40,000 millones a US$ 60,000 millones de ingresos en divisas para el país en el periodo de vida de la mina.

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Respecto al mineral de litio en roca de Macusani, según la empresa canadiense, las pruebas metalúrgicas realizadas en Australia han arrojado resultados positivos, la recuperación de carbonato de litio ha sido del 99%.
Este es otro aspecto que cabe resaltar, el costo de producción varía tanto en las salmueras como en roca, el estimado del mineral de Falchani, podría estar en el orden de los US$ 4,300 la tonelada de carbonato de litio. Explorando con mayor detalle el área, es posible que las reservas se incrementen a los montos mencionados anteriormente.

Es importante remarcar que solo producir carbonato de litio o hidróxido de litio representa un pequeño porcentaje del precio de una batería, el desafío es avanzar en la cadena de valor hasta la industrialización.

Solo tener litio no es suficiente, se requiere de alta tecnología, acceso al mercado y ser competitivo globalmente.

El proyecto avanza económicamente desde que Macusani Yellowcake, subsidiaria de la canadiense Plateau Energy Metals estuviera en esa ruta. Ahora una empresa de mayores capitales, American Lithium entró en escena al adquirir acciones de Plateau Energy Metals.

Es claro que, si no damos prioridad al desarrollo de este proyecto, estaremos ante otra de las muchas frustraciones que hemos tenido, es decir, otra oportunidad perdida.